Tras varios días de tironeos, pujas e incertidumbre dentro de la alianza gobernante, -cada sector quería imponer su propio candidato-, Alberto Fernández nombró ayer al diputado rionegrino, Martín Soria, como nuevo ministro de Justicia. Así, el Presidente cedió a la presión de la vicepresidenta, Cristina Fernández, y el kirchnerismo duro, que impulsada a Soria para reemplazar a la cuestionada y "agobiada" Marcela Losardo.

La ahora exministra estaba en la mira del kirchnerismo por no avanzar con los tapones de punta contra la Justicia federal, especialmente tribunales, Cámaras y jueces que tramitan causas de corrupción que involucran a la Vicepresidenta.

Tras una gestión marcada por el desgaste y las críticas internas emanadas desde el Instituto Patria, la salida de Losardo terminó de decantar hace diez días. La estocada final se dio luego de que el Presidente aplicara, en su discurso del 1 de marzo, un libreto híper confrontativo con la Justicia, como exigía Cristina y con el que ella nunca se sintió cómoda.

Ya con la suerte de Losardo echada, Alberto Fernández le ofreció a su ministra y amiga -como recompensa- la embajada de la Unesco en París que había dejado vacante Fernando "Pino" Solanas quien falleció el año pasado en la capital de Francia víctima del coronavirus.

La larga indefinición de Alberto había generado malestar interno, incluso en algunas oficinas de la propia Casa Rosada, donde todos los colaboradores presidenciales aseguraban que la decisión estuvo en manos, exclusivamente, del Presidente. Pero difícilmente Fernández pudiera definir el nombre de un funcionario tan sensible para el kirchnerismo sin conversarlo antes con Cristina. Al final se dio la lógica.

Martín Soria fue el primer candidato que surgió para ocupar el puesto que dejó Marcela Losardo, pero su llegada a la cartera de Justicia se había enfriado la semana pasada luego que se sugieran otros nombres en danza. Por un lado, el diputado bonaerense del Frente Renovador, Ramiro Gutierrez, un hombre con fuertes vínculos con Sergio Massa. Por otro, Alberto intentaba poner a su propio candidato. Así surgió el nombre de la abogada de fuerte militancia de género, Marisa Herrera.

Herrera es integrante de la comisión de expertos -bautizada como "comisión Beraldi"- creada para analizar la reforma judicial. Pero Soria impuso su trayectoria y su militancia con un condimento extra que valora y mucho CFK.

Soria es diputado del Frente de Todos, y si bien es cierto que supo diferenciarse del kirchnerismo en las contiendas locales, fue un aliado de Cristina en las denuncias sobre lawfare, como denominan a la supuesta embestida judicial en su contra de magistrados y funcionarios de Mauricio Macri.

Uno de los mayores méritos de Soria es ser un antimacrista duro y uno de los principales denunciantes del expresidente. Se caracteriza por sentar, a través de sus redes sociales, su firme postura en torno a temas judiciales y denunciar el lawfare. La semana pasada, por ejemplo, se encargó de cruzar a funcionarios judiciales que operan contra el kirchnerismo, como los fiscales Carlos Rívolo y Carlos Stornelli.

Soria, de 45 años, es abogado e ingresó a la Cámara baja en 2019 liderando la lista de diputados nacionales del Frente de Todos en Río Negro, junto a la segunda de la lista, Susana Landriscini. Su reemplazante en la Cámara baja será Pedro Dantas, el tercero de esa nómina, quien completará el mandato hasta 2023. Dantas es actualmente el jefe de la oficina de Anses en Cipoletti.

Entre 2011 y 2019, Soria fue intendente de General Roca, cargo que hoy ocupa María Emilia Soria, su hermana. Ambos son hijos de Carlos Soria, el gobernador de Río Negro fallecido el 1 de enero de 2012.

Carlos Soria murió en manos de su esposa, Susana Freydoz, que le disparó en la cabeza, y quien actualmente cumple prisión domiciliaria tras ser condenada a 18 años de prisión.

Le dan domiciliaria

La Justicia concedió el arresto domiciliario de Martín Báez, condenado a 9 años de prisión por lavado de dinero proveniente del fraude fiscal y la corrupción en las obras públicas que construyó su padre Lázaro Báez pero la decisión se hará efectiva cuando deposite una fianza de mas de 531 millones de pesos. Tendrá pulsera electrónica.