El presidente Alberto Fernández aseguró ayer que el acto que encabezó en La Plata junto a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner "sirvió para disipar las dudas de aquellos que nos quieren ver separados y divididos", a la vez que destacó la "unidad" de los discursos pronunciados en ese encuentro. Pero un alfil del riñón de CFK vaticinó cambios en el Gabinete nacional, mientras el jefe de ministros, Santiago Cafiero, afirmó que Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner "son los que conducen y ellos van a seguir" y que los "funcionarios estamos de paso y está bien que así sea", lo que "no tiene nada que ver con una ruptura en el Frente de Todos".

La rosca política continuaba ayer dentro del Frente de Todos después de que la vicepresidenta saliera sin tapujos y con los tapones de punta contra ministros y legisladores: "Les digo a todos aquellos que tengan miedo o que no se animan, por favor, hay otras ocupaciones además de ser ministro, ministra, legislador o legisladora. Vayan a buscar otro laburo, pero necesitamos gente en los sillones que ocupen de ministro, ministra, de legislador o legisladora sean para defender definitivamente los intereses del pueblo", disparó la expresidenta ante un auditorio donde predominaba la presencia de funcionarios de primera línea del gobierno, en definitiva, los receptores de este duro mensaje de Cristina.

El panorama dentro de la coalición gobernante seguía en llamas ayer pese al intento de aquietar las aguas del propio Presidente de la Nación. Es que el diputado nacional, exembajador ante el Vaticano y un hombre muy cercano a Cristina, Eduardo Valdés, se encargó de trasmitir públicamente el malestar con algunos ministros y hasta apuntó contra algunas áreas.

"Debería haber un cambio de gabinete; creo que Alberto lo está pensando", dijo Valdés.

El diputado, también considerado como amigo del Presidente, defendió las palabras de la vicepresidenta en diálogo con radio Mitre.

Valdés se refirió a un eventual recambio en el gabinete en relación al "desgaste" de más de nueve meses de pandemia. En ese sentido, señaló que no es él "quien tiene que evaluar" esa situación y agregó: "No voy a dar nombres, es el Presidente y la vicepresidenta quienes evalúan", pero admitió que "hubo desgastes en áreas como comunicación, salud y en el área política".

En Salud el apuntado por todos los dedos es el ministro Ginés González García por la idas y vueltas sobre las vacunas contra el Covid-19 y las contradicciones con el propio Alberto.

"El que puso más la cara al frente tiene más desgaste, y a ese por ahí hay que preservarlo y decir "vamos por el otro lado y acá refrescamos"", continuó Valdés, titular de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados. Graficó que cuando Cristina disparó contra algunos ministros, el Presidente aplaudía". Y reiteró su apoyo a su líder político: "Está bien que Cristina critique a los ministros, no me parece mal". "Es parte de las asambleas peronistas, pero también se valoraron muchas cosas, las cosas que hicimos bien", añadió

Tras el acto de ayer en el estadio Único de La Plata, en el que también estuvo el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; y otros encumbrados dirigentes del Frente de Todos, Alberto sostuvo que sirvió "para terminar con lo que intentan instalar desde algunos medios".

"En los últimos meses vivimos un debate inusual porque ocurre que si hablo con Cristina, soy un títere y ella es la que se mete en todo y manda en el Gobierno; pero si no hablo dicen que estamos peleados y hay una crisis institucional en el Gobierno. La verdad no sé qué quieren", aseveró.

En ese marco, Alberto dijo que "lo cierto es que con Cristina hablamos cuando tenemos que hablar. Nos conocemos hace mucho y tengo un gran cariño por ella y nada va a quebrar nuestra amistad".

Al respecto, el Jefe de Estado consideró que "no basta con la unidad, pero es una condición necesaria para poder gobernar".

  • Más críticas a la Justicia por CFK

En otro tramo de la entrevista con radio "El Destape", Alberto Fernández renovó sus críticas a la justicia al afirmar que "ha habido muchos casos, de persecución evidente a opositores, que no podemos tolerar más" y remarcó que fue su vicepresidenta, "Cristina (Kirchner) la primera" en padecerla.

"Hablan tanto de la república y soportan eso. Yo no lo entiendo", dijo el mandatario que adelantó que -tras el informe que recibió de la comisión consultiva sobre la reforma judicial- "se podrá enviar al Congreso una serie de proyectos para que se aboque a corregir los problemas de la justicia que son muchos".

Consultado sobre la situación de los exfuncionarios kirchneristas que tienen causas judiciales, dijo que "es un tema muy complejo porque hay acciones iniciadas y en otros casos hay condena".

"Lo que siento es que hubo un tiempo en la Argentina en que hubo casos de corrupción que deben investigarse y los responsables deben ser sancionados, pero también hubo casos de persecuciones políticas bien claros", indicó. En ese marco, el Presidente añadió: "Veo que lo que le pasa a Cristina es un caso de persecución porque hace años que enseño derecho penal y he visto lo que pasó con las causas en la que está involucrada". También criticó la detención domiciliaria de Milagro Sala.