El presidente Alberto Fernández anunció ayer en San Pablo que el mandatario electo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, hará su primera visita internacional a Argentina antes de asumir el 1 de enero.

'Lula me dijo que la primera visita que hará será a la Argentina, me dijo que viajará antes de asumir y él sabe que Argentina es su casa', dijo el presidente argentino en el Hotel Intercontinental de San Pablo, donde permaneció por tres horas.

Fernández fue el primer mandatario extranjero en visitar a Lula luego de que el exlíder metalúrgico venciera a Jair Bolsonaro por 50,9% contra 49,10, en la elección más ajustada de la historia brasileña. Al término de la reunión, Bolsonaro no había aceptado la derrota ante Lula. En medio de la visita Lula habló por teléfono con los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de Francia, Emannuelle Macron, según informó el servicio de prensa del Partido de los Trabajadores (PT).

Lula mantiene una relación de afecto con el presidente argentino, sobre todo por el gesto que tuvo al visitarlo en 2019, en plena campaña presidencial en su celda de Curitiba, estado de Paraná, donde estaba detenido por una condena que, según la Corte Suprema, estuvo manipulada y forjada, por lo cual fue anulada.

Según medios nacionales, Lula también vendrá al país ya como mandatario, en lo que sería su primer viaje al exterior, una costumbre que él mismo instaló en sus primeros tiempos en el poder. La fecha prevista es el 1 de febrero del año que viene. Pero en la Cancillería que conduce Santiago Cafiero -un incondicional del Presidente- están pensando en ampliar el calendario de visitas en el primer semestre del año, teniendo en cuenta que el país será sede de dos cumbres de alto nivel: la reunión de mandatarios de la Celac, el foro latinoamericano que conduce de manera pro témpore Fernández, y la del Mercosur, en junio, cuando la Argentina le pasará la presidencia justamente a Brasil.

El líder del Partido de los Trabajadores, Lula Da Silva, recibió en el segundo piso del Hotel Intercontinental al presidente Fernández, con quien compartió un almuerzo. En un pronunciamiento en el cual no aceptó preguntas, Fernández defendió la figura de liderazgo de Lula frente al nuevo proceso electoral por el que ganó un tercer mandato.

'Sabiendo los momentos difíciles que le tocaron pasar, no quería pasar el día hoy, que es un día de reivindicación a un líder maravilloso que es Lula. Los reencuentros son momentos muy buenos, muy provechosos y ahora ya pudimos hablar del futuro más que del pasado, de lo que debemos encarar para adelante', aseguró.

El presidente Fernández se encontró una sola vez personalmente con el actual presidente Bolsonaro, en la Cumbre de las Américas de Los Ángeles. 'Con Lula compartimos una misma mirada con necesidad de integración con América latina, de que los procesos electorales sean debidamente respetados y poder crecer como región', explicó.

En ese sentido destacó que cuando 'a Brasil le va bien, inexorablemente le va bien a la Argentina'. Fernández llegó a la reunión con Lula junto al canciller Santiago Cafiero y el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli.

En este marco, Fernández subrayó que la asunción de Lula como presidente de Brasil el próximo 1 de enero de 2023 ayudará a 'volver a unir al continente'.

Antes de viajar, Fernández había explicado que no dudó ni especuló con la visita a Lula en la cárcel, donde había declarado que existía un proceso de lawfare.

Rompió el silencio

Uno de los hijos de Jair Bolsonaro, Flavio Bolsonaro, rompió el silencio desde que se confirmó que Lula da Silva había ganado el ballotage en Brasil. El Senador por Río de Janeiro alentó a sus simpatizantes: “Levantemos la cabeza y no renunciemos a nuestro Brasil”.


Distribución

El Partido de los Trabajadores (PT) de Lula se quedó con Minas Gerais (segundo más grande), y el actual presidente, San Pablo (primero) y Río de Janeiro (tercero). En total, Lula pintó de rojo, color del PT, trece estados. Mientras que Bolsonaro ganó en 14 estados.