Ensenada de Barragán. Esta central termoeléctrica genera actualmente 560 megavatios y llegará a 840 cuando esté terminada.

 

La empresa Integración Energética Argentina (IEASA) lanzó a consulta pública los prepliegos para la venta de las centrales térmicas de generación eléctrica Ensenada de Barragán, en Buenos Aires, y Brigadier López, Santa Fe, (de 560 y 280 megavatios, respectivamente), lo que permitirá a las empresas interesadas realizar sus observaciones.

La convocatoria es para la licitación pública nacional e internacional para la transferencia del fondo de comercio de ambas centrales térmicas, lo que incluye los contratos vigentes de abastecimiento con Cammesa, así como la deuda por el financiamiento recibido para la construcción de las centrales. El adquirente deberá, además, tomar los empleados afectados a la operación de las mismas, y la obligación de completar las obras de cierre de ciclo en ejecución que permitirán incrementar en ambas centrales la potencia actual, se precisó desde IEASA.

Desde la cartera energética se indicó que las obras de cierre de ciclo se encuentran en muy avanzado estado de construcción, y llevarán dicha potencia en Ensenada Barragán a 840 megavatios, con obligación de puesta en operación de 24 meses, y en Brigadier López a 420 megavatios, a 14 meses.

La certificación por avance acumulada de cada obra al 31 de diciembre de 2017 es de 86,9% para Ensenada Barragán y 89,9% para Brigadier López, en tanto que todos los componentes se encuentran in situ en las obras para la ampliación como generadores, turbinas y condensadores.

La deuda contraída por Enarsa para la construcción de las centrales, estructuradas mediante dos fideicomisos financieros, contaba con un saldo al 31 de diciembre de 2017 de 401 millones de dólares para la central bonaerense y 210 millones de dólares para la emplazada en Santa Fe.

La disposición decidida desde el Ministerio de Energía que conduce Juan José Aranguren, incluye además la venta de otras cuatro centrales (General Belgrano, Vuelta de Obligado, Almirante Brown, y General San Martín), además de la participación accionaria en distintas compañías.

Con la venta de activos energéticos, el Estado estima recaudar más de 1.000 millones de dólares -en una valoración moderada- para aportar al repago de obras en ejecución y otras encaradas a futuro.

El Gobierno también se desprenderá de las participaciones accionarias del 50% en la compañía Citelec (la controlante de la transportadora de alta tensión Transener), así como las tenencias públicas de acciones -en todos casos inferiores al 10 por ciento del total- en las empresas Central Puerto, Transba, Dique SA y Central Térmica Güemes.