El Gobierno de Catamarca prohibió el uso de teléfonos celulares y otros dispositivos tecnológicos análogos en los establecimientos educativos de todos los niveles de enseñanza obligatorios, informaron ayer fuentes oficiales. La medida fue oficializada mediante la Resolución Nº 621/22 del Ministerio de Educación y alcanza a alumnos y alumnas de Educación Inicial, Primaria y Secundaria de la provincia, tanto de gestión estatal como privada, cooperativa y social.

La ministra de Educación de Catamarca, Andrea Centurión, dijo que la medida, que en primera instancia se puso en marcha en una escuela secundaria, se hace extensiva al resto de los establecimientos educativos.

'La presencia y utilización de estos dispositivos ha modificado por completo el ambiente de las aulas en el marco de la presencialidad, y la relación de los alumnos con sus profesores e incluso con sus compañeros; ante esto, la disciplina se debilita y los conflictos ascienden', aseguró según un comunicado del Ministerio de Educación. En esta línea, Centurión afirmó que 'va a beneficiar a toda la comunidad educativa, porque como ya lo expresaron los padres en las reuniones que mantuvimos en escuelas de las zonas sur y norte de la Ciudad Capital, si surge alguna emergencia por ejemplo familiar, los padres se pueden comunicar con preceptores, docentes y equipos directivos'.

La norma indica que 'excepcionalmente, solo se permitirá la utilización de teléfonos celulares y otros dispositivos tecnológicos análogos, con fines pedagógicos y didácticos que se encuentren específicamente incluidos en el Proyecto Educativo Institucional'.

Centurión aseguró que 'la utilización desmedida y sin supervisión del celular por parte de los alumnos genera preocupación dentro del aula. Los chicos muchas veces dejan de atender la clase para mandar mensajes o revisar redes sociales, y este tiempo de aprendizaje es desaprovechado completamente'. 'Se busca reorganizar el espacio y el tiempo dentro del aula, sin la presencia de teléfonos móviles', explicó la titular de Educación. Además, destacó que otro factor que encendió las alarmas para determinar esta medida fue el uso de los teléfonos para grabar situaciones en las que se reproducen agravios, burlas, casos de bullying, o donde se ve comprometida la integridad de otros alumnos por la viralización.