Diego Molina, el empleado de la funeraria que se sacó una foto junto al cuerpo de Diego Maradona tras su muerte, fue condenado este miércoles por el delito de “profanación de cadáver humano” y mostrar imágenes íntimas. El hombre deberá realizar tareas comunitarias, donar 10 mil pesos a una fundación que ayuda a chicos con adicciones y tiene cuatro días de arresto, según informaron fuentes del caso.

“Con las hermanas de Diego estamos satisfechos por el fallo y cumplimos con la memoria de Diego de que ese hecho salvaje no quede impune”, dijo Matías Morla, el abogado que representó a las hermanas en la causa.

A Diego Antonio Molina le dieron la pena máxima por esta contravención, según el fallo del Juzgado Penal Contravencional y Faltas 14 de la Ciudad: 4 días de arresto en suspenso, durante los próximos ocho meses debe fijar residencia, deberá ir a la fiscalía cada vez que lo llamen, 50 horas de tareas comunitarias y donar 10 mil pesos a la Fundación Integra Asociación Civil que es de recuperación de adictos y queda en La Matanza. Las costas del juicio los paga Molina.

Claudio Fernández (49) y su hijo Sebastián son los otros dos acusados que no recibieron sentencia aún porque pidieron la nulidad del juicio. Eso está en Cámara, pero ya se lo rechazaron en una primera instancia, por lo que en breve serán también sentenciados a la misma pena.

Matías Morla es el único abogado querellante que representó en la causa a las hermanas de Diego Maradona y que siguió la causa. “No hay pena suficiente para la aberración que hicieron estos salvajes pero tanto yo, como las hermanas de Diego, estamos satisfechos de haber logrado que ese hecho no termine impune”, comentó el letrado.

Además, agregó: “Tal como le prometí a la memoria de mi amigo y a sus hermanas llevamos esta causa hasta el final y ahora vamos estar atentos a que se cumpla con las tareas y con la donación a la Fundación que ayuda a los chicos que tienen problemas de adicciones”.

“Esperamos pronto se resuelva el recurso presentados por los otros dos imputados y que terminen con la misma pena”, señaló Morla por último.

En la noche del día que murió Diego Maradona, Molina fue el encargado de prepararlo en el ataúd y lo acompañó dentro del coche fúnebre desde la casa de sepelios hasta Casa Rosada. Previamente, antes de cerrar el cajón, Molina se retrató junto al féretro de Diego.

En la imagen que se viralizó aquel día, se lo vio a Molina de pie junto al cajón abierto donde descansan los restos de Maradona. Con su mano izquierda hace el gesto del pulgar para arriba y, con la derecha, abraza al astro argentino.

Su actitud fue condenada rápidamente a través de las redes sociales y, en pocos minutos, el dueño de la funeraria Pinier, ubicada en el barrio porteño de La Paternal, afirmó que el empleado fue desvinculado. Luego se disculpó con la familia Maradona.

En la noche del 28 de noviembre de 2020, Molina se presentó en la Comisaría Vecinal 15A, en el barrio porteño de Chacarita, y fue notificado de la causa que se le había iniciado en su contra por el repudiable hecho, al igual que había ocurrido un día antes con los otros dos ex empleados que también se retrataron junto al cajón abierto.

Según informaron aquel día fuentes policiales a Infobae, Molina apareció junto a su abogada defensora en la dependencia policial pocos minutos después de la medianoche. La Policía de la Ciudad lo había ido a buscar a su casa de Villa General Mitre un rato antes, pero no lo encontró. Hoy, poco más de un año después, Molina recibió el castigo por parte de la Justicia.