El Día del Niño por Nacer se conmemora todos los 25 de marzo, porque es cuando los cristianos celebran la Encarnación de Jesucristo. Pero la fecha en rigor recuerda que el derecho a la vida es el primer derecho humano.


Argentina fue uno de los primeros países del mundo en declarar El Día del Niño por Nacer. Lo hizo a través del Decreto N° l406/98 del 7 de diciembre de 1998 y desde entonces se marcó en gran parte del planeta la necesidad de dedicar un día a este tema, incluso en muchos países con carácter de actividad oficial.

Tras la iniciativa argentina, la Iglesia animó a otros países y líderes a seguir el ejemplo y las respuestas fueron llegando en años sucesivos.

Se trata de una fecha que invita a hacer una opción positiva a favor de la vida y el desarrollo de una cultura que asegure la promoción de la dignidad humana en todas las situaciones, sin excepciones; tal como en su momento invitó a vivirlo el Papa Juan Pablo II.

¿Qué se conmemora?

La celebración por el Día del niño por nacer contempla “que se considera de esa forma a todo ser humano desde el momento de la concepción”; “que ese ser humano goza de todos los derechos establecidos en la Convención sobre los Derechos del Niño y tiene derecho a una protección especial, más que cualquier otra persona, por parte de la familia, el Estado y la sociedad”.

Además, “que el niño por nacer tiene derecho a la vida, a estar sano, a encontrar una familia, a educarse y a desarrollarse en un ambiente favorable” y “que en todas las decisiones y medidas que tomen o en que intervengan instituciones públicas o privadas, así como órganos legislativos, judiciales o administrativos, es de consideración primordial el interés superior del niño por nacer”.