Siempre se habla de la alta litigiosidad que existe en Mendoza y, por otra parte, se sabe que las relaciones entre nueras y suegras no son siempre felices. Pero que una mujer demande a su suegra no es cosa de todos los días. 

Recientemente, la Justicia desestimó por segunda vez la “llamativa” presentación judicial de una mujer que demandó a su suegra -de 82 años y con problemas articulares- alegando que le había pegado un “sillazo” en la espalda.

Mónica Z. demandó a su suegra pidiendo una indemnización de 26.000 pesos por daños y perjuicios pero un juez de primera instancia desestimó la demanda. La mujer insistió y ahora una Cámara Civil volvió a fallar en su contra y le ordenó pagar los honorarios de los abogados.

Según la mujer, el 30 de diciembre de 2011 fue a visitar a su suegra junto a su esposo y se armó una discusión familiar que terminó cuando la anciana le dio un golpe con una silla en la región cervicodorsal.

De acuerdo a lo que dijo la víctima, el golpe le dejó una cervicalgia postraumática con alteración de la funcionalidad a la inclinación y rotación de la columna cervical.

Su suegra, Petrona G., contestó la demanda diciendo que a su avanzada edad -estaba próxima a cumplir 82 años- y los problemas de salud que la afectaban, particularmente en sus articulaciones, hacían imposible que hubiera sido capaz de levantar una silla para golpear a su nuera, que es 30 años menor. 

La opinión de los vecinos

Para los camaristas Claudio Ferrer, Claudio Leiva y María Silvina Ábalos, la mujer nunca pudo probar que su suegra levantara una silla y la golpeara por la espalda. Solo aportó como testigos a algunos vecinos que no presenciaron el hecho. 

Nélida B. declaró que al escuchar gritos abrió la puerta de la casa de Petrona, entró a un patio, pasó por un ventanal que estaba abierto por el calor y “había un jaleo terrible, eran gritos, insultos, golpes, de todo” y que por lo tanto la mujer “tiene que haber sufrido lesiones porque era un lío bárbaro”.

También se valoró la pericia física de la suegra realizada por especialistas del Cuerpo Médico Forense. “La demandada presenta una marcada cifosis dorsal, artrosis en ambas manos y, por su condición física, es poco probable que pudiera levantar una silla de madera de 10 kilos. Y en caso de haberle podido pegar a alguien, no hubiera tenido la fuerza suficiente para provocar daño", concluyeron.

Fuente: Los Andes