El juez federal Ariel Lijo volvió ayer a tener la denuncia que el fallecido fiscal Alberto Nisman hizo en su juzgado en 2015 contra la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner por supuesto encubrimiento a los iraníes acusados del atentado a la AMIA.

La denuncia original había sido presentada por Nisman el 14 de enero de 2015 ante Lijo, que entonces tenía a su cargo una parte de la investigación por el presunto encubrimiento del atentado a la AMIA, aunque luego fue apartado de ese expediente por la Cámara Federal.

Tras el fallo del jueves pasado de la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal, que ordenó investigar la denuncia y apartar al juez federal que la había desestimado, Daniel Rafecas, la Cámara Federal porteña realizó ayer un sorteo y recayó en el juzgado federal número 4 de Lijo.

El 17 de mayo pasado el magistrado fue apartado de la parte de la investigación por el encubrimiento de la causa AMIA en que estaba imputado el exministro del Interior menemista Carlos Corach. Se trataba de una investigación residual que quedó abierta buscando las responsabilidades políticas y judiciales en el encubrimiento.

Los camaristas ad hoc de la Cámara Federal lo apartaron a Lijo porque había dictado la falta de mérito de secretarios judiciales. ‘Se advierte que el juez evita efectuar una completa merituación de los hechos imputados y una racional comprobación de su existencia a través del análisis conjunto de la prueba aunada al expediente‘, consignaron los camaristas.

El jueves, Casación dispuso admitir como querellante a la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) y aceptó su pedido para que la denuncia de Nisman, cerrada en dos oportunidades por el juez Rafecas, comience a investigarse.

Aunque Lijo fue sorteado, la causa podría pasar a su colega Claudio Bonadio. Asi lo sostuvo el fiscal Ricardo Sáenz, al recordar que Bonadio ya tramita otra causa contra la expresidenta por la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán. DyN y Télam