El gobierno nacional tomó una nueva decisión que va contra las medidas que en su momento había implementado la ex ministra de seguridad Patricia Bullrich. El flamante titular de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, José Glinski, dispuso volver a la reglamentación originaria de esa fuerza de seguridad federal y “dejar sin efecto la reglamentación que obligaba a los efectivos a portar el arma reglamentaria durante las 24 horas”. La PSA es la única fuerza federal que desde su creación no está obligada a hacerlo cuando el personal está fuera de servicio.

“Desde que la administración anterior dispuso la utilización del arma reglamentaria las 24 horas, murieron más policías fuera de servicio que en cumplimiento de él”, aseguró Glinski, ex ministro de Seguridad de Chubut.

La decisión del funcionario fue acordada con su jefa política, la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Andrea Frederic, y se basa en los siguientes datos:

-Desde marzo de 2019, momento en que comenzó la obligatoriedad de portar arma las 24 horas –dispuesto por Bullrich–, y hasta la fecha, tres agentes de la fuerza se suicidaron con el arma provista por la PSA.

-El hijo de un integrante de la fuerza se suicidó con el arma reglamentaria de su padre.

-Tres agentes fueron detenidos durante la comisión de un delito con el armamento oficial en horas en las que no cumplían servicio.

-Una persona murió durante una discusión en una autopista por una bala disparada con el arma reglamentaria por otro policía integrante de esa fuerza de seguridad federal.

-Otros siete efectivos han denunciado la pérdida del arma estando fuera del horario de servicio.

Glinski explicó que en los aeropuertos de todo el país hay una sala de armas donde los efectivos deben dejar el armamento y retirarse sin él del lugar en el que prestan funciones.

La PSA no es una fuerza de seguridad urbana que patrulla las calles y los barrios, como sí lo hacen además de las policías locales y por ejemplo la bonaerense, Gendarmería Nacional y Prefectura.

Por eso razón, para el titular de la PSA, es innecesario que los policías aeroportuarios estén portando su arma reglamentaria las 24 horas.

Habrá excepciones, como es lógico, para los efectivos que cumplen otro tipo de funciones, como algún tipo de custodia, o cuando participan en operativos o estén cumpliendo funciones bajo órdenes de la Justicia.

Glinski también aclaró que “la decisión tomada no es un cambio de protocolo, sino que se vuelve a los orígenes de la creación de la PSA", en el año 2010, cuando la ministra de Seguridad de la Nación era Nilda Garré.

“Esta fue la primera fuerza de seguridad federal creada en democracia y se hizo bajo ese espíritu y es lo que queremos recuperar”, detalló el funcionario.

“En ese entonces, en 2010, no existían resoluciones ministeriales vinculadas al uso de armas de fuego, motivo por el cual hubo que ser muy cuidadoso en qué regular y hasta dónde. El Protocolo de armas era importante porque en la PSA estaban por entregar las Taurus que fueron una de las primeras compras de armamento en la institución”, recuerda Glinski.

Fue en esa coyuntura, y durante la intervención y fundador de la PSA, Marcelo Saín –actual ministro de Seguridad de Santa Fe– y con los subinterventores de Preventiva y Compleja: Nicolás Rodríguez Games y Alberto Jofre, que se optó por establecer un protocolo con pautas referidas a la administración y logística de las armas de fuego de los agrupamientos de Seguridad Aeroportuaria Preventiva y de Seguridad Aeroportuaria Compleja de la PSA incluyendo el principio general de asignación del arma de acuerdo a la función y mientras dure el turno.

La ex ministra y la actual titular del área de Seguridad están enfrentadas por varias medidas que tomó la primera y derogó la segunda.

“El arma fuera de servicio siempre es un problema. Hay antecedentes de muchas fuerzas donde mueren más efectivos, a manos de los delincuentes, fuera de servicio, que cuando lo están”, recordó Glinski, y agregó: “El gobierno anterior mantuvo la restricción del no uso del arma las 24 horas durante tres años. Y a comienzos de 2019 lo sacó sin ningún tipo de estudio serio. Fue como un gesto simbólico de la administración anterior”.

“La seriedad indica que hay que realizar estudios profundos sobre la actuación policial fuera del horario de servicio, hay instancias anteriores a desenfundar un arma y disparar”, argumentó el funcionario, y destacó que “el arma es de la institución, no del policía. Si el policía, en este caso de la PSA, quiere estar armado, puede hacerlo con un arma de su propiedad. Como ocurría hasta el cambio de protocolo decidido por la anterior ministra. Nadie se lo prohíbe y si la utiliza deberá responder por eso, como cualquier persona”.

Si bien esta decisión fue tomada por una resolución del nuevo titular de la PSA, la ministra Frederic ya había dejado sin efecto varias de las polémicas medidas dispuestas por su antecesora Patricia Bullrich en lo que significó un giro en la política de Seguridad después de la asunción de Alberto Fernández como presidente de la Nación.

Algunos ejemplos que generaron intercambio de opiniones entre la pasada y la nueva ministra, fueron la derogación del protocolo para el uso de armas de fuego para las fuerzas federales, que les permitían a los policías disparar contra sospechosos en fuga, e incluso sin dar la voz de alto; darle de baja al reglamento para el uso de pistolas eléctricas Taser; el pedido de DNI en estaciones de trenes y el Servicio Cívico Voluntario.