En el tren de anuncios de fuerte contenido social, el presidente, Alberto Fernández, anunció ayer que desde noviembre el monto de la Tarjeta Alimentar pasará a depositarse en la cuenta de la Asignación Universal por Hijo (AUH) para extender su uso a todo tipo de compras. Es decir, se podrá utilizar el dinero para todo tipo de gastos (comprar otros productos) no sólo para comprar alimentos y bebidas como hasta ahora.

Además, "quienes compren con la tarjeta también podrán acceder a devoluciones del 15 por ciento", se informó oficialmente.

"Así, las familias van a poder organizar mejor sus compras y se amplían las posibilidades de consumo. Podrán utilizar el dinero extrayéndolo del cajero o comprando con débito", completó el jefe de Estado en su cuenta de Twitter.

Tras el anuncio del Presidente, el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta y la directora ejecutiva de Anses, Fernanda Raverta, explicaron en detalle cómo será el nuevo funcionamiento de la Tarjeta Alimentar.

En conferencia de prensa desde Casa Rosada, Zabaleta detalló que "esta medida va a beneficiar al consumo directo en el barrio" y completó: "Buscamos seguir garantizando las políticas alimentarias".

"La historia demostró que las familias son responsables en el uso de dinero", dijo Raverta ante la pregunta sobre el cambio en el sistema de la Tarjeta Alimentar que sólo podría usarse para comprar comida. "Podemos decir con tranquilidad que la asistencia siempre es utilizada correctamente", completó.

Para retomar la iniciativa y a contra reloj por el comienzo a mitad de semana de la veda que impide anuncios oficiales, el Gobierno dio a conocer ayer que la suma dineraria correspondiente con la Tarjeta Alimentar se abonará a los titulares de la Asignación Universal por Hijo (AUH) en el mismo día de cobro de este beneficio. De esta manera, el monto percibido por la Tarjeta Alimentar se sumará a lo que se recibe por la AUH.

El cambio anunciado apunta a favorecer la disponibilidad de fondos en las familias más necesitadas en una única fecha del mes e, indirectamente, favorecer el consumo en los comercios de cercanía donde habitan, y que hasta el momento no contaban con terminales punto de venta (POS o posnet). Lo que implicará la pérdida de un mercado cautivo de $19.000 millones mensuales para los supermercados y otros comercios que venden "en blanco" y son supervisados en sus precios.

La Tarjeta Alimentar es la política complementaria que garantiza el acceso a la canasta básica alimentaria para los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH), fundamentalmente, y también embarazadas desde los tres meses de gestación, personas con discapacidades y madres de siete hijos con pensiones no contributivas.

La Tarjeta Alimentar consiste en un crédito de $6.000 para familias con un hijo, $9.000 para los hogares con dos, y de $12.000 para responsables de tres o más criaturas. Se estima que casi 4 millones de menores de 14 años se benefician con esta política.

En términos prácticos, los que perciben una AUH, por ejemplo una persona con tres hijos (cada uno $5.265,60), tienen una asignación por AUH de 15.796,80 mensuales, a lo que se adicionará los $12.000 por la Tarjeta Alimentar siendo un total de $27.796,80.

El objetivo de esta nueva medida es ampliar y desconcentrar el sistema de compras. "Pretendemos con esta medida transformar la tarjeta en la asignación universal por hijo", explicó el ministro Zabaleta.


Buscan eliminar del radar a intermediarios

Preocupado por garantizar que la asistencia del Estado llegue a los destinatarios, el Gobierno anunciará un nuevo sistema para los planes sociales que otorga el Estado que apunta a eliminar los intermediarios que se quedan con parte del beneficio. La idea es asegurar una relación directa entre los beneficiarios y las autoridades.

En tal sentido, se anticipa que se contará con una aplicación probablemente "Mi Argentina" y además de una línea 0800 orientada a que los destinatarios de los planes puedan controlar las prestaciones y eventualmente realizar denuncias.

Los programas más importantes que tiene a su cargo el Estado son la Tarjeta Alimentar junto con diferentes programas de asistencia alimentaria, y el Programa Potenciar Trabajo.

Todos los meses, mediante una tarjeta de débito del Banco de la Nación, el Estado asiste a unas 3.900.000 personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad social e inseguridad alimentaria.

Se está trabajando en vincular el salario social complementario (Plan Potenciar Trabajo) con el salario de convenio en las cosechas o los sectores de la construcción y hoteleros, entre otros.