El presidente Alberto Fernández se reunió ayer por la tarde en la Residencia de Olivos (provincia de Buenos Aires) con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en un encuentro que se prolongó durante tres horas.

La exmandataria ingresó a la residencia oficial pasadas las 15.30 y fue recibida por el jefe de Estado, confirmaron fuentes oficiales, que luego precisaron que el encuentro se extendió durante tres horas.

En un clima de hermetismo, la vice llegó a la residencia de Olivos y se fue por el acceso de la avenida Libertador en lugar del más usual de la calle Villate. Cerca de ambos dirigentes señalaron que el encuentro fue, como siempre entre ambos, a agenda abierta pero admiten que la negociación de la deuda ocupó buena parte de las conversaciones entre ambos.

La discusión por las prisiones domiciliarias también generó cortocircuitos entre el albertismo y el kirchnerismo duro. El mandatario admitió que sería uno de los temas de la conversación.

"Seguramente hablaron de la sesión de la semana que viene y de un montón de temas. Son tan habituales los diálogos entre ellos que no hubo un tema saliente. Hablan de 15 temas a la vez. Son reuniones de repaso de temas. Hablan todos los días, aunque no se vean todos los días", insistieron los voceros de Cristina.

El encuentro sirve para apaciguar tensiones que se producen en distintas áreas del Gobierno. La salida de Alejandro Vanoli de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), un exfuncionario de Cristina Kirchner, era reclamada con insistencia por La Cámpora, que celebró la designación en ese organismo de Fernanda Raverta, una cristinista de pura cepa.