Cuando en 2019 el profesor de la materia Electrónica Aplicada de la Escuela Técnica Número 5 de Mar del Plata les propuso a sus estudiantes hacer un satélite, el desafío fue aceptado con timidez y hasta incredulidad. Ayer, casi tres años después, el grupo hizo historia con el lanzamiento exitoso del minisatélite General San Martín que dotará de internet a zonas rurales del país.

El lanzamiento se produjo al mediodía desde el Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral, en EEUU, en una misión que concluyó exitosa pasada una hora y pocos minutos de su despegue.

A las 12.35, bajo excelentes condiciones meteorológicas, despegó desde EEUU el cohete Falcon 9 de Space X, la compañía fundada por Elon Musk, con el picosatélite argentino Gral. San Martín y otros 105 artefactos espaciales a bordo.

"Es un sueño hecho realidad", aseguró emocionado el CEO y docente Alejandro Cordero, para quien esta jornada supuso un "hecho histórico a nivel nacional y mundial".

Aplausos y gritos de "Argentina, Argentina" se escucharon en la sede de la empresa Innova Space en Mar del Plata, desde donde el profesor, los estudiantes que participaron de la iniciativa y distintos funcionarios siguieron la transmisión del viaje espacial.

A ocho minutos de despegar, el cohete de Space X aterrizó nuevamente en la Tierra luego de transportar al minisatélite argentino, que durante al menos un año va a monitorear el territorio nacional con el objetivo de dar conectividad de internet de las cosas (IdC, IOT por sus siglas en inglés) a zonas rurales del país.

"La soberanía aeroespacial va a ser total con nuestro Tronador, nos va a hacer independientes de todo", dijo Cordero, el profesor que diseñó junto a sus estudiantes este picosatélite de 461 gramos de peso y que cabe en una mano. Finalmente, cuando el reloj marcó las 13.29, Cordero exclamó: "Nuestra misión es exitosa", al advertir que el satélite General San Martín fue desplegado en el espacio y ya se encuentra en órbita para iniciar su labor.

Se trata de un satélite de 10x10x5 centímetros y que orbitará en la LEO (Low Earth Orbit), una Órbita Polar a unos 400-500 kilómetros aproximadamente.

Desde allí, el satélite argentino "dará vuelta una vez a la Tierra en 92 minutos" y, dependiendo el lugar geográfico, visitará el territorio argentino cantidades de veces distintas: "Pasará aproximadamente cuatro veces por Mar del Plata, una vez al día por Jujuy, pero por Ushuaia 10" veces, explicó el profesor.

Su objetivo es brindar acceso a internet y otros servicios de telecomunicaciones al 70% del país que "se encuentra sin ningún tipo de cobertura de comunicaciones".

El General San Martín es el primero de cien satélites que conforman la constelación "Libertadores de América", que será sucedido por el picosatélite "Juana Azurduy", adelantó el CEO.

A diferencia de los próximos, que tendrán una vida útil de entre tres y cuatro años, la de este es de entre uno y dos años, una vida "suficiente" para su finalidad.

Varios funcionarios del ámbito nacional, liderados por Alberto Fernández, saludaron esta nueva la iniciativa aeroespacial.

El Presidente consideró que los argentinos "cuentan con más soberanía", al destacar el lanzamiento de ayer al mediodía, subrayó que "permitirá conectar y ampliar el acceso a internet", y felicitó la grupo que desarrolló el artefacto en una comunicación directa entre la Casa Rosada y Mar del Plata.

"Que podamos conocer cuestiones tan importantes como la climatología de un país que necesita saberlo para desarrollar la agricultura, la ganadería, para salvaguardar a la gente de eventuales ríos que se desbordan, lluvias e inclemencias del tiempo; esto es soberanía", señaló el jefe de Estado.

Los minisatélites representan una nueva generación, cuya principal ventaja es la reducción de costos de construcción y lanzamiento por su diminuto tamaño y se designan así a todos los que pesan menos de 500 kilos. A su vez, hay distintas subcategorías y el término "picosatélite" está reservado para los que pesan entre 100 y 1.000 gramos.

En cuanto a la internet de las cosas, el término hace referencia a la interconexión digital de objetos cotidianos con internet y sin la intermediación de personas.

"En dos años vamos a lanzar más satélites que toda Latinoamérica junta", expresó el profesor, que relató el lanzamiento mientras algunos estudiantes lo seguían de manera remota y aparecían en las pantallas de la sede de Innova Space.

Los que vendrán

El segundo picosatélite que se lanzará de esta saga se llamará Juana Azurduy para homenajear a las mujeres", aseguró el profesor Cordero minutos después del lanzado al espacio. El tercero será bautizado Simón Bolívar y luego le seguirán José Gervasio Artigas y Martín Miguel de Güemes.

Proyecto con aporte del Estado y privado

El diseño de un satélite no sólo atrajo la atención de los medios de comunicación marplatenses, sino también de la aceleradora de proyectos Neutrón que realizó una primera inversión en 2019. Eso motivó a que Cordero junto a dos exalumnos, Luca Uriarte e Iván Mellina, crearan la startup Innova Space. Y en el año 2020 obtuvieron el financiamiento por $14.500.000 de un Aporte No Reembolsable (ANR). "La inversión del proyecto -detalla Cordero- fue de alrededor de 250 mil dólares de la aceleradora y otros 150 mil del ANR, con eso tuvimos fondos para el satélite, el lanzamiento y más de un año de trabajo".

En el proyecto también intervinieron instituciones públicas como la Comisión Nacional de Energía Atómica que trabajó en el ensamble de los paneles solares del picosatélite. Además, en las instalaciones del Grupo de Estudios del Medio Ambiente (GEMA) de la Universidad de La Plata se expuso al equipo a ensayos de vibraciones con el fin de determinar su calificación para el lanzamiento, que superó con éxito.

Para monitorear cosecha y sequía

Emoción y lágrimas. Con estos sentimientos a flor de piel vivieron el lanzamiento histórico el profesor y sus alumnos.

La principal aplicación de estos picosatélites es comunicar, brindar conexión a Internet en lugares aislados y está pensado para asistir con servicios al sector productivo. "Lo vamos a comercializar recién dentro de dos años. Ahora, como siempre se hace en esta industria, haremos todas las pruebas de concepto para dejar óptimo el sistema", adelanta Cordero, el docente quien también es técnico electrónico, licenciado en Educación a lo que se le suman posgrados en Negocios y en Tecnología.

Servirá para monitorear permanentemente y de manera remota cuestiones como tiempos de cosecha, sequía u otras variables meteorológicas: "Por ejemplo, no basta con sensores en el terreno sino que necesitás conectividad entre los equipos y las apps que utilizan los productores; y para eso se necesita el servicio de internet de las cosas vía satelital donde no la hay. Y aunque está enfocado en la agricultura, también puede ser aplicado a actividades marítimas, mineras, petroleras y gasíferas.

Los silobolsas, por ejemplo, tienen sensores para saber qué está pasando: si son vandalizados, si el grano está bien, cuándo lo tienen que sacar del saco. Pero ese sensor sin comunicación, no sirve".

A modo de cierre los medios destacaron la emoción, las lágrimas y el orgullo del profesor de la escuela pública Nº5, Alejandro Cordero, y de sus alumnos durante el despegue del General San Martín que coronó un trabajo de hormigas que fue de menor a mayor.