El fiscal Alberto Nisman fue encontrado muerto en el baño de su departamento de Puerto Madero el 18 de enero de 2015, hace cuatro años. La Justicia federal cree que fue asesinado como consecuencia de la denuncia que había realizado contra la ex presidente argentina, Cristina Kirchner, y otros miembros de su gobierno.

Tras una ardua investigación, Nisman determinó que el gobierno anterior había intentado encubrir el ataque terrorista contra la mutual judía de la AMIA  con la firma del memorándum de entendimiento con Irán. Estableció además que como moneda de cambio, la República Islámica se había comprometido a intensificar el comercio con una Argentina cuya economía atravesaba una coyuntura frágil y requería el ingreso de dólares.

Nisman estaba a cargo de la unidad que investigaba el atentado perpetrado el 18 de julio de 1994, en el que murieron 85 personas, y había pedido la captura internacional de funcionarios iraníes por el ataque. El 19 de enero de 2015, tenía previsto asistir al Congreso Nacional para dar más detalles sobre las sospechas que tenía contra Cristina Kirchner, pero nunca pudo llegar.

Ram Ben Barak, ex director adjunto del Mossad y director general del Ministerio de Servicios de Inteligencia de Israel en el momento de la muerte de Nisman, aseguró que Irán pudo haber estado detrás del crimen.

"Es una posibilidad. Tenían interés en que él no siguiera con la denuncia. Ésa era la motivación para hacerlo", contestó en un reportaje realizado por el periodista Damián Pachter en el canal israelí i24news.

El ex funcionario aseguró que tienen "muy buenas razones" para saber quiénes estuvieron detrás de la muerte del fiscal. Y aclaró que si el Mossad hubiera recibido información sobre un posible ataque, habría intervenido para evitar el desenlace trágico. "Nosotros actuamos para evitar todos los actos terroristas, no sólo cuando el objetivo es Israel", aseguró.

Pachter es el periodista que la noche del 18 de enero de 2015 publicó la primicia de la muerte de Nisman. "Me acaban de informar sobre un incidente en la casa del fiscal", aseguró en un primer mensaje. Y minutos más tarde confirmó la noticia que conmocionó a todo el país: "Encontraron al fiscal Alberto Nisman en el baño de su casa de Puerto Madero sobre un charco de sangre. No respiraba. Los médicos están allí".

La denuncia por encubrimiento planteada por Nisman antes de su muerte casi queda en la nada. Es que varios jueces habían desestimado la presentación. Sin embargo, un fallo de los magistrados de la Cámara de Casación Mariano Borinsky y Gustavo Hornos logró reactivar la causa, que actualmente tiene procesada y con pedido de prisión preventiva a la ex presidenta Cristina Kirchner.

La ex jefa de Estado es senadora de la Nación y para que proceda su detención es necesario que el Congreso vote su desafuero. Hasta ahora, todos los intentos del oficialismo para avanzar con este trámite fueron frenados por el peronismo, que conserva la mayoría en la Cámara Alta.

En el mismo informe publicado esta mañana por la cadena de noticias, Pachter entrevistó a Shabtai Shavit, director general del Mossad entre 1989 y 1996, quien coincidió con la visión de que Nisman fue asesinado, pero lo vinculó a cuestiones locales y no a servicios de inteligencia internacionales.

Hoy la Justicia argentina tiene varias incógnitas no resueltas sobre la muerte del fiscal. Espera informes y pericias que serán determinantes para el desenlace de la investigación. Hay cinco personas imputadas, sólo una de ellas sospechada de haber sido partícipe necesario del crimen. Es Diego Lagomarsino, el asesor informático que dijo que le prestó un arma a Nisman para defender a sus hijas. De esa pistola bersa salió la bala que terminó con la vida del fiscal; aún no se sabe quién la gatilló.