Precursores. Los científicos del Conicet y de la UNR trabajan desde hace 15 años en esta investigación y los resultados fueron publicados en la revista Industrial Crops and Products.

Una investigación realizada por científicos del Conicet y de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) comprobó que la levoglucosenona, un compuesto extraído de la cascarilla de soja, es capaz de eliminar la salmonella, una bacteria que causa diarrea.

El estudio lo realizaron investigadores de los institutos rosarinos de Química (Iquir), de Biología Molecular y Celular (IBR) y de Investigaciones para el Descubrimiento de Fámarcos Iidefar) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
El equipo del Iquir, que lidera el doctor Rolando Spanevello, obtuvo la levoglucosenona de la cascarilla de soja a través de pirólisis, un método por el que se somete el material a altas temperaturas en ausencia de oxígeno para evitar su combustión y así se obtiene un bioaceite conformado por una mezcla compleja de compuestos.

Luego se analizó ‘el bioaceite a través de los métodos biológicos que desarrolló el grupo de Eleonora García Véscovi, del IBR, y el de Ricardo Furlán, del IIdefar, pensando que podíamos encontrar algunos componentes bioactivos sin saber cuáles podrían ser’, señaló Spanevello a Télam.

‘La sorpresa fue que el componente mayoritario que obteníamos de la pirólisis, la levoglucosenona, era el compuesto bioactivo’, dijo el investigador y aclaró que si bien ‘son estudios preliminares in vitro‘ detectaron que ese compuesto posee ‘citotoxicidad’ sobre la salmonella, es decir, mata a la bacteria’, explicó.

Spanevello apuntó que hace 15 años que investigan el tema y desde hace 3 se iniciaron los ensayos.

‘Que la gente no crea que esto actúa poniendo soja al mate, el compuesto no está en la cascarilla sino que lo producimos al tratarla en forma térmica; la transformamos, rompemos la molécula de celulosa y ahí se genera el compuesto’, detalló el científico.Y prosiguió: ‘entonces se genera el bioaceite, que es mayoritariamente la levoglucosenona, que nos sorprendió a todos que este estudio no se hubiese reportado antes’. ‘Hasta nadie había reportado ni investigado la parte biológica de este compuesto’, completó.

El resultado de la investigación, indicó, ‘es un puntapié inicial. De ahí a que se pueda transformar en algo que realmente sea aplicable como agente terapéutico es un salto muy grande’. ‘Hay que hacer más estudios, que el compuesto actúe de manera correcta y no tenga efectos secundarios, por ejemplo’, finalizó Spanevello.

Bacteria peligrosa

La bacteria de la salmonella vive en el intestino humano o animal y se transmite a otras personas por el contacto con heces contaminadas. En los casos más graves puede extenderse del intestino al torrente sanguíneo y de allí a cualquier parte del cuerpo, pudiendo incluso causar la muerte. Puede generar dolor en las articulaciones, irritación en los ojos y dolor al orinar. 

Su colega García Véscovi explicó que el método desarrollado ‘permite identificar en un conjunto de compuestos, como el bioaceite, cuál es bioactivo enfrentándolo con la bacteria patógena en estudio, para que sea ésta la que seleccione el agente capaz de afectarla’. 

Por su parte, Gastón Viarengo dijo que de ahora en adelante el trabajo interdiscipllinario ‘se seguirá potenciando porque los químicos podrán hacer modificaciones en el compuesto. Y nosotros, probar cuál es la reacción de la bacteria en un ida y vuelta hasta lograr optimizar la acción de estos derivados’. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salmonella es una de las cuatro principales causas de enfermedades diarreicas y si bien la mayoría de los casos son leves, algunas veces pueden ser mortales.