Tras el revés en la Corte Suprema por las clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner ayer aparecieron juntos en un acto para dar señales de unidad.

El mandatario argentino, la vicepresidenta y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, participaron ayer en un acto en la localidad bonaerense de Ensenada, en el que se presentó una iniciativa destinada a finalizar la construcción de 55 mil viviendas que quedaron paralizadas.

"Grábense esta foto, la foto de nuestra unidad, de los que queremos poner de pie a Argentina, después de un tiempo en el que la endeudaron, la pusieron de rodillas, le quitaron la educación y la salud", señaló Alberto ante la presencia del gobernador bonaerense Axel Kicillof.

En clara referencia al fallo de la Corte contra el decreto de necesidad y urgencia presidencial que suspendía las clases presenciales para controlar el coronavirus en el Área Metropolitana (AMBA), Fernández consideró que se trató de una sentencia que busca "favorecer a los candidatos que les gustan" a los jueces. Subrayó que "no va a haber tapa de diarios ni sentencia judicial" que los lleve a otro destino que no sea la unidad del oficialista Frente de Todos.

El presidente acusó a la Justicia de favorecer a candidatos políticos opositores al día siguiente de que la Corte avalara la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires para decidir sobre su política educativa. El fallo de la Corte benefició al gobernador de la Ciudad de Buenos Aires, el opositor y que el Gobierno considera un posible candidato a presidente en 2023, Horacio Rodríguez Larreta, que se opone a un decreto de Fernández que suspendía las clases presenciales en su distrito.

"Un juez tiene derecho a querer postular a un presidente y tiene derecho a votarlo", dijo Fernández. "Lo que no puede hacer es usar las sentencias que tiene que dictar para favorecer a los candidatos que le gustan", afirmó. E insistió: "Elijan el candidato a presidente que quieran, pero no usen las sentencias para favorecer a sus candidatos. Eso degrada al estado de derecho". Respecto a la pandemia, anunció: "Nada nos va a hacer cambiar de idea, ni el fallo de un tribunal ni la tapa de ningún diario. Escriban lo que les plazca, si fallan como están fallando, sólo fallan".

El oficialismo buscó mostrar unidad con un acto inesperado y poco habitual, especialmente por la presencia de Cristina, que no suele participar de las actividades presidenciales. La última vez que Alberto y Cristina estuvieron juntos fue en el Congreso de la Nación, el 1 de marzo, para la apertura del año legislativo.

Con tono vehemente, Alberto criticó a la Justicia, bajo la mirada de su vicepresidenta, quien se mantuvo silente en este encuentro. Con el acto de ayer, el Frente de Todos buscó cerrar grietas internas tras algunos vaivenes por el caso de Federico Basualdo.

Hace días, el presidente y la vice acordaron bajar las tensiones por la crisis del ministro de Economía Martín Guzmán y Basualdo, subsecretario de Energía Eléctrica. La negativa del cristinista Instituto Patria de avalar la salida del subsecretario había generado un tembladeral en la Casa Rosada.

Luego de que Guzmán impulsara el pedido de renuncia de Basualdo, trascendió que ambos seguirán en sus puestos. Basualdo, que cuenta con el respaldo de Cristina, apunta a no impulsar aumentos en las tarifas de dos dígitos, para que no afecten los bolsillos argentinos. Guzmán considera aumentar las tarifas de forma escalonada.

El "Pata" Medina, sin entrar

El exsindicalista de la construcción Juan Pablo "Pata" Medina reapareció ayer en público e intentó entrar sin éxito al acto en Ensenada. A Medina le cerraron la puerta. Detrás de ese cierre hay una historia de enfrentamientos por el poder en la región.

El Pata lideró la UOCRA de La Plata con violencia. Fue protagonista de tiroteos y golpizas. Estuvo detenido y fue excarcelado en febrero. Ayer intentó entrar al acto. Pero no pudo. "No estaba invitado", dijeron los organizadores. En el kirchnerismo y en La Cámpora no lo recuerdan con buenos ojos. Desde el entorno de la Vicepresidenta recordaron una denuncia que la organización de Máximo Kirchner presentó contra Medina por una golpiza que recibieron militantes a manos de una patota de la UOCRA.