Oscar Ojea, obispo de San Isidro y titular de la CEA

La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) expresó su malestar ante la media sanción que la Cámara de Diputados le dio hoy al proyecto de legalización del aborto, y depositó sus esperanzas en el Senado. “La Cámara de Diputados de la Nación ha aprobado el proyecto de despenalización del aborto. Nos duele como argentinos esta decisión. Pero el dolor por el olvido y la exclusión de los inocentes debe transformarse en fuerza y esperanza, para seguir luchando por la dignidad de toda vida humana”, indicó la CEA en un comunicado.

La declaración fue firmada por la comisión ejecutiva de la CEA, que preside el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, y la Comisión Episcopal de Laicos y Familia. “Seguimos sosteniendo la necesidad que en el debate legislativo que continúa, pueda haber diálogo. La situación de las mujeres frente a un embarazo no esperado, la exposición a la pobreza, a la marginalidad social y la violencia de género, siguen sin tener respuesta. Simplemente se ha sumado otro trauma, el aborto. Seguimos llegando tarde”, advirtieron. 

Tras la histórica sesión de hoy, Diputados le pasó la posta al Senado. Se espera que el tratamiento también sea extenso, lo que podría estirar la votación final hasta septiembre. Es en ese futuro debate en el que la CEA tendría depositadas sus esperanzas de que se modifique la iniciativa al considerar que se da “la oportunidad de buscar soluciones nuevas y creativas para que ninguna mujer tenga que acudir a un aborto”.

A su entender, la Cámara alta “puede ser el lugar donde se elaboren proyectos alternativos que puedan responder a las situaciones conflictivas, reconociendo el valor de toda vida y el valor de la conciencia”. La CEA admitió “debilidades” en su tarea pastoral y mencionó entre ellas “la educación sexual integral en nuestras instituciones educativas, el reconocimiento más pleno de la común dignidad de la mujer y el varón, y el acompañamiento a las mujeres que se ven expuestas al aborto o que han sido atravesadas por dicho trauma”.

Por último, los obispos agradecieron la “honestidad y valentía de todos aquellos que en distintos ambientes de la sociedad han sostenido que vale toda vida” y a los legisladores que “han expresado esta mirada”. “Con humildad y coraje, nos proponemos seguir trabajando en el servicio y el cuidado de la vida”, concluyó el Episcopado.