El impuesto a la Coca-Cola ya no será realidad. Pese a que el Gobierno había buscado desde el comienzo una suba de 17% de los impuestos internos a las bebidas azucaradas e incluso, luego de un fuerte lobby empresarial y provincial se había morigerado en el Congreso, fuentes del Ministerio de Hacienda confirmaron que se eliminará ese aumento.

La justificación no tiene origen en fundamentos ligados al mundo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), como originalmente fue presentado el proyecto por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne , sino que más bien es parte de una entrega en un juego de ajedrez en medio de la negociación parlamentaria por la aprobación de varias reformas oficialistas.

En el Gobierno confirmaron incluso que se trata de una concesión al gobernador Juan Manzur de Tucumán con el fin de asegurar los votos necesarios de sus legisladores. En el sector empresarial sabían que estaban cerca de lograr la quita de ese impuesto pero ayer todavía, luego "de tantas idas y vueltas" no se animaban a confirmarlo.

"Hace unos minutos me confirmaron que no habrá aumento en los impuestos de las bebidas azucaradas. Este fue uno de los pedidos que hice a los ministros nacionales", tuiteó José Alperovich, ex gobernador tucumano y actual senador nacional.

Según el principal borrador que salió esta semana del Congreso de la reforma tributaria, el impuesto a las bebidas azucaradas, estaba previsto en $ 0,034 por gramo de azúcar, con un mínimo de 40 gramos, o de 50 gramos, en el caso de las bebidas elaboradas con un 20% como mínimo de juego de frutas.

La posible suba de los impuestos internos a las bebidas internas generó tal revuelo que hasta la multinacional Coca-Cola puso en suspenso la inversión comprometida con el Gobierno durante 2016 de 1000 millones de dólares. Luego, la empresa se desdijo. Hace unas semanas, atrás Dujoven había sostenido que ese impuesto iba a mantenerse frente a los ejecutivos de la Asociación de Fabricantes Argentinos de Coca-Cola (Afac). Pero la política esto cambió hoy.