El parque eólico Chubut Norte I. Lo inauguró ayer Mauricio Macri, en inmediaciones de la ciudad de Puerto Madryn. Demandó una inversión de U$S 46 millones y brindará energía renovable a 43.000 hogares.

El presidente Mauricio Macri se reunirá hoy en Brasil con el primer mandatario de ese país, Jair Bolsonaro, junto a parte del gabinete nacional, para "analizar objetivos de interés común y afianzar la relación bilateral". El jefe de Estado partió en la tarde de ayer en avión rumbo a Brasil desde la ciudad de Puerto Madryn, Chubut.

El de hoy será el primer encuentro entre ambos jefes de Estado, tras la asunción de Bolsonaro el pasado primero de enero y, también, la primera reunión bilateral del flamante presidente de Brasil con otro par internacional. Ambos presidentes discutirán sobre el futuro del Mercosur y la postura frente a Venezuela, donde la semana pasada asumió su segundo mandato Nicolás Maduro en medio de un gran repudio internacional. También se espera que se debatan temas relativos al comercio entre los dos países, la seguridad en las fronteras internacionales y la cooperación judicial en materia de lucha contra la corrupción.

En la agenda oficial está pautado que Macri llegue a las 9.30 de Argentina (10.30 de Brasil) al Palacio de Planalto, donde se realizará el saludo protocolar y habrá una foto oficial. A continuación, los mandatarios mantendrán una reunión bilateral de cerca de media hora, de la que participarán, por la Argentina, el canciller Jorge Faurie y el embajador Carlos Magariños.

Luego de una audiencia bilateral privada, agendada para las 10.10 de Argentina, habrá un encuentro conjunto de las comitivas de ambos países; a continuación, ambos presidentes brindarán una declaración conjunta a la prensa a las 11.30 (12.30).

Una vez concluido el encuentro con los periodistas, Macri y Bolsonaro compartirán un almuerzo en el Palacio Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil.

La llegada de Macri a Brasil se produce en medio de un gran cambio político y económico del país vecino que, de la mano de Bolsonaro, apuesta a dar un giro radical a las políticas impulsadas por el Partido de los Trabajadores de los expresidentes Dilma Rousseff y Luiz Inacio "Lula" Da Silva.

La semana próxima marcará un bautismo de fuego en materia económica para el presidente brasileño, quien asistirá al Foro Económico Mundial de Davos (Suiza) donde, según afirmó, presentará un Brasil "diferente", "libre de amarras ideológicas" y con el deseo de "comerciar con el mundo entero, apreciando la libertad económica, acuerdos bilaterales y salud fiscal". A su vez, al cambio en política económica, que incluye la reforma del sistema de jubilaciones, privatizaciones de empresas del Estado y una reforma tributaria para bajar el gasto público, el nuevo presidente ha sumado un cambio en las políticas de seguridad.

Bolsonaro, un exmilitar, ha decidido avanzar en las últimas horas con un decreto para facilitar la posesión de armas y así modificar la legislación vigente en ese país, algo que había prometido en campaña.

Según consta en un decreto, los habitantes de áreas urbanas con más de diez homicidios por 100.000 habitantes (según datos de 2016) ya tienen "la efectiva necesidad comprobada" para hacerse de arma de fuego y, además, extendió el plazo de validez del permiso de posesión de 5 a 10 años.