Investigado. Con el fin del ciclo menemista, en el nuevo milenio Moneta comenzó a desprenderse de sus empresas mientras la Justicia empezaba a investigarlo.


El empresario y banquero Raúl Moneta falleció ayer luego de padecer una larga enfermedad, a la edad de 74 años, según confirmaron fuentes vinculadas a su entorno.


Moneta tuvo una larga actuación en el sector financiero durante la década de los '90, al frente del ex Banco República, nacido de la compañía financiera República, fundada por su padre.


En 1987, adquiere una estancia en Luján y la convierte en una cabaña dedicada a la cría de ganado vacuno, y un haras dedicado a la cría de caballos criollos. Obtuvo numerosos premios en la Rural de Palermo.


Moneta fue un activo protagonista de los negocios en el país en la década del '90, durante la gestión del expresidente Carlos Menem. Participó de numerosos procesos de privatizaciones de empresas y entidades financieras.


El más destacado fue la privatización del Banco de Mendoza del cual obtuvo junto con el Banco República su control, en sociedad con el holding Uno, propiedad de los empresarios Daniel Vila y José Luís Manzano.


Raúl Juan Pedro Moneta Lucini, era su nombre completo, había nacido el 13 de julio de 1944 y desde 2010 también había incursionado en el negocio de los medios de comunicación, comprando al grupo mexicano CIE varias emisoras radiales, en sociedad con los empresarios Matías Garfunkel y Marcelo Tinelli.


Según publicaban ayer medios digitales, el emblemático exbanquero pudo haber presentado  trastornos neurológicos que, sumados a un virus que afectaba su médula ósea, lo alejaron de la escena.


El banquero estrella en la década del menemismo fue reconocido por su vinculación con el poder. Nacido en Buenos Aires, Moneta comenzó su ascenso social en Mendoza, donde se transformó en un empresario reconocido por sus negocios, como también por sus actividades vinculadas con el espectáculo. Fue impulsor y soporte financiero del programa "Argentina en Mendoza", que consistía en fiestas populares con desfiles de caballos criollos y de imágenes de vírgenes de todo el país.


Su vertiginoso ascenso empresario comenzó cuando tomó el control de los bancos de Mendoza y de Previsión Social, privatizados por el gobierno de Arturo Lafalla, y que siguió y se consolidó a través del Banco República, que le dio notoriedad y lo convirtió en "el banquero del poder".


Su amistad con Menem le abrió puertas y le permitió ampliar en forma notoria sus opciones de negocios, credenciales que lo animaron a incursionar en el mundo de los medios de comunicación con una impronta oficialista.


Moneta nunca trató de evitar la exposición pública y se codeaba con personajes de la farándula porteña. Con el fin del ciclo menemista, comenzó a desprenderse paulatinamente de sus empresas mientras la justicia empezaba a investigarlo.


Durante la etapa kirchnerista mantuvo su participación en medios de comunicación en sociedad con empresarios como Matías Garfunkel y Cristóbal López. Formaron multimedios que se mantenían con la pauta publicitaria oficial.


Moneta fue investigado por el caso de la compra de la imprenta Ciccone, por la cual fue encarcelado el exvicepresidente Amado Boudou. Asimismo, fue citado a declarar en la causa de los cuadernos, aunque no pudo concurrir a Tribunales por su estado de salud.