El Gobierno nacional anunció ayer que otorgará un bono extraordinario de $18.000 a trabajadores informales, monotributistas de categorías A y B y trabajadores de casas particulares de entre 18 y 65 años, y otra ayuda de $12.000 a jubilados y pensionados que perciban hasta dos haberes mínimos.

Se trata de una ayuda económica extraordinaria para compensar el impacto de la inflación sobre esos sectores vulnerables de la población.

También anticipó para las próximas semanas la puesta en marcha de una convocatoria para discutir un mecanismo de captura de parte de la renta inesperada de las grandes empresas generada a raíz del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

Los anuncios fueron realizados durante un acto celebrado por la tarde en el Salón Blanco de Casa de Gobierno, encabezado por el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán.

El Gobierno nacional busca "garantizar que el impacto de la inflación no recaiga en el bolsillo de los argentinos y fundamentalmente en los sectores más vulnerables", dijo el Presidente al anunciar un conjunto de medidas para fortalecer los ingresos.

"Hay una urgencia en los sectores más postergados a la sociedad", sostuvo Fernández, tras lo cual aseguró que esto no significa desentenderse de los trabajadores formales, que están en una etapa de reapertura de discusiones paritarias.

Sobre el proyecto que enviarán al Congreso, el jefe de Estado pidió a los sectores "que han tenido una ganancia extraordinaria que contribuyan, que colaboren con su aporte para ayudar a los que han quedado más postergados".

El ministro Guzmán, por su parte, dijo que se convocará "a distintos sectores de la sociedad para crear un mecanismo" que gravará la "renta inesperada producto de la guerra".

Esto se enfocará en un conjunto de empresas con ganancias netas imponibles altas superiores a los 1.000 millones de pesos, que en 2021 fue de sólo el 3,2% de las grandes compañías.

En lo que respecta a las ayudas, el ministro Guzmán detalló que el bono de $ 18.000 se dará en dos cuotas, en mayo y junio, mientras que la ayuda de $12.000 para los jubilados y pensionados será en una única cuota en mayo, que se sumará al bono de $6.000 que se está pagando a los que perciben hasta un haber mínimo ($32.630).

De esta forma, se pagarán dos bonos de 9.000 pesos en mayo y junio a trabajadores sin ingresos formales, trabajadoras de casas particulares y monotributistas de las categorías A y B.

Según explicó el ministro, el refuerzo de ingresos para los trabajadores de entre 18 y 65 años será para "aquellos que requieren de la protección del Estado", por lo que "habrá criterios en términos del patrimonio que terminará de definir el conjunto de la población que se beneficie de este tipo de ingresos".

Y, al igual que con el IFE, el mecanismo para acceder será mediante una inscripción en la web de la Anses, que evaluará los casos y determinará los requisitos que se deben cumplir.

Este bono alcanzará a trabajadores con ingresos por debajo de dos salarios mínimos, hoy en 38.940 pesos

En el caso del bono de $12.000 para jubilados y pensionados, el pago se hará en una única cuota para aquellos que reciban un haber de hasta $65.260 (es decir, hasta dos jubilaciones mínimas) que, sumado al bono que están percibiendo los jubilados de la mínima, totalizará también $18.000.

Esta medida de ingresos se suma a las políticas implementadas anteriormente de aumento del 50% de la Tarjeta Alimentar, incremento de las asignaciones y adelanto del paritarias.


¿Llegará a privados?

Alberto Fernández también anticipó que monitorearán el encuentro de la semana próxima entre la UIA y la CGT para "garantizar" que esta ayuda económica "también llegue a los sectores formales". Cabe recordar que en la reunión anterior el Gobierno impulsó un bono para privados pero fue rechazado por los empresarios.

 

  • Renta inesperada para un 3 por ciento de empresas

 

Congreso. Guzmán había admitido que este mecanismo de renta inesperada requeriría del respaldo del Congreso.

Durante el anuncio de la ayuda económica a sectores vulnerables, el presidente Alberto Fernández confirmó el plan del Gobierno para crear un nuevo impuesto a los sectores de mayores ingresos.

Se trata de un gravamen sobre la renta extraordinaria que obtuvieron algunas empresas por el conflicto bélico en Ucrania.

En este sentido, el Jefe de estado pidió a "los que han tenido una ganancia extraordinaria que contribuyan". Además anunció la convocatoria a los sectores productivos para avanzar con el proyecto de renta impensada.

"Queremos pedirle a los que han tenido una ganancia extraordinaria que contribuyan a generar más equidad en el desarrollo argentino. Necesitamos que los que han ganado dinero que no tenían previsto colaboren con su aporte. Y ayudar a los más postergados", completó.

"En las próximas semanas vamos a estar trabajando convocando a las fuerzas productivas, laborales y políticas de nuestra sociedad en la construcción de un mecanismo que nos permita capturar parte de la renta inesperada que no es producto de inversiones adicionales, sino del shock que provoca la guerra, que hace que ciertos sectores tengan hoy la posibilidad de tener una renta que es extraordinaria", explicó, por su parte, el ministro Guzmán. Y especificó: "Lo que se plantea es una alícuota sobre este componente de la renta que es inesperada, que se enfoca en empresas que tienen ganancias netas imponibles altas en términos absolutos. No es una condición suficiente, sino una necesaria. El universo se enfocará en el conjunto de empresas que tenga ganancias netas imponibles altas, superiores a los mil millones de pesos en el año, lo cual es una fracción muy pequeña".

Este nuevo tributo alcanzaría al campo y a los productores de materias primas como el gas, petróleo, minerales y granos, entre otros, que tuvieron fuertes subas en los precios luego del inicio de la guerra.

Guzmán había admitido que este mecanismo en el que se venía trabajando requeriría del respaldo del Congreso.

"Se busca capturar parte de esas rentas para que el Estado pueda tener un rol de desarrollo equitativo", dijo Guzmán.

El funcionario explicó que este impuesto alcanzará a empresas con "ganancias superiores a los 1.000 millones de pesos en el año". Estimó que es "una fracción pequeña" del empresariado argentino, superior al 3% de las compañías. Habrá otros criterios para incluir a esas empresas, como que las ganancias hayan aumentado de forma significativa en 2022 respecto a 2021.

Pero aclaró que si esa renta inesperada se canaliza en inversiones, la imposición del fisco será menor. No dio mayores precisiones.

La primera vez que Guzmán habló de la posibilidad de la "renta inesperada" fue el 11 de abril: "Hay un problema de shock desigualador. Lo que buscamos es encontrar un mecanismo para poder redistribuir la renta inesperada", había dicho.


 

  • Sigue el debate por plata fugada

El plenario de las Comisiones de Legislación General y de Presupuesto y Hacienda del Senado de la Nación continuará hoy con la discusión del proyecto de ley que pretende pagar la deuda contraida con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por el gobierno del expresidente Mauricio Macri en 2018 con fondos de argentinos que fueron fugados al exterior.

La iniciativa había comenzado a ser debatida a principios de abril y luego se pasó a un cuarto intermedio.

Además, en el Salón Azul de la Cámara Alta también continuará siendo discutido el expediente que busca modificar la Ley de Entidades Financieras para actualizar las excepciones en materia de secreto bancario.

La audiencia de hoy contará con la asistencia de Pablo Manzanelli, doctor en Ciencias Sociales (UBA), magister en Economía Política (Flacso) y licenciado en Sociología (UBA); Alfredo Zaiat, periodista, escritor y economista, y el abogado constitucionalista Eduardo Barcesat. También figuran en la lista la abogada Jimena De la Torre, flamante consejera del Consejo de la Magistratura, y el contador Andrés Edelstein, socio de Price Waterhouse Cooper en Argentina.