Un hombre detenido por robo, ingresó  a la audiencia ante la Justicia neuquina con los párpados de ambos ojos cosidos con hilos, como una forma de protesta extrema para exigir su sobreseimiento. Ordenaron que comience a cumplir su condena de casi ocho años de prisión.
 

Se trata de un interno de la U9 de Neuquén, Alejandro Ramón Forno, que ingresó a la sala de audiencia con un rosario colgado del cuello, una imagen del Gauchito Gil estampada en la remera que le cubría todo el pecho y con los párpados cosidos.
 

El reclamo poco convencional de Forno era para exigir su sobreseimiento, por considerar que su causa ya prescribió, pero la Justicia ordenó, en cambio, que comience a cumplir su condena