Lo que comenzó como una intención oficial de difícil implementación se convirtió en un una posibilidad firme que cayó como una bomba en el mundo judicial.

El ministro de Justicia, Germán Garavano, reconoció que el gobierno nacional impulsará una reforma para suprimir la feria judicial, el receso de actividades que actualmente se extiende por 45 días.

"Hay que debatir cómo darle agilidad a la Justicia y que la rueda judicial no se deje de mover, generando un grave perjuicio para los ciudadanos. Se plantea discutir cómo podemos hacer para que fiscalías y juzgados no permanezcan cerrados al público tantos días", admitió el funcionario en declaraciones al diario La Nación.

Esto no debería sorprender si se repara en que el mismo funcionario Garavano -durante su gestión en la Ciudad- suprimió la feria judicial para los integrantes del Ministerio Público Fiscal.

Un dato importante es que el Poder Ejecutivo no puede avanzar con una decisión de este tenor: el asunto queda en manos de la Corte Suprema y el Ministerio Público Fiscal.

En el Gobierno lo tienen claro y por eso, antes de darle mayor impulso al tema, quieren lograr consenso con los gremios judiciales.

Qué pasa en la feria

Durante la feria judicial no corren los plazos legales en los procesos en curso de todos los fueros, aunque los casos de urgencia son atendidos y resueltos por autoridades y empleados de turno.

En Comodoro Py, donde se tratan los casos de corrupción más resonantes, los pasillos están despoblados de abogados, aunque muchas causas siguen su curso porque tienen detenidos o porque requieren medidas inmediatas. Hay, también, jueces y fiscales que aprovechan el silencio de enero para leer los casos y avanzar con el trabajo atrasado.