El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, evalúa esta mañana presentar un amparo ante la Justicia para frenar la decisión del presidente Alberto Fernández de suspender las clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires, dictada para contener la suba de casos por el rebrote de coronavirus.

El alcalde porteño, que no fue consultado sobre esta medida, considera que la disposición del jefe del Estado es inexplicable. Y, por esa razón, analiza realizar una presentación judicial, según confirmaron fuentes oficiales a LA NACION. La decisión aún no se tomó, pero podría ser confirmada por Larreta durante la conferencia de prensa que brindará este mediodía.

“Vamos a trabajar y hacer lo que haga falta para que los chicos estén en las escuelas el lunes”, afirman desde la sede de la administración porteña en Parque Patricios.

En paralelo, pese al creciente malestar porque el Presidente no lo consultó sobre su decisión de suspender las clases y endurecer las restricciones, Rodríguez Larreta planea retomar las negociaciones con la Casa Rosada para analizar la situación sanitaria y discutir las disposiciones del jefe del Estado.

Según trasendió, el alcalde ratificaría en su discurso su vocación a dialogar con el Gobierno.

Rodríguez Larreta quedó fuera de las discusiones para imponer nuevas restricciones a la circulación. No lo consultaron ni le avisaron sobre el contenido de los anuncios. Pese a ello, remarcan que acatará las medidas. En su entorno causó malestar la decisión de recurrir a las fuerzas federales para garantizar el cumplimiento. “No pueden actuar sin orden federal. Lo estamos viendo”, aseguran desde el gobierno de la Ciudad.

En Uspallata no ocultan su malestar con la Casa Rosada por los anuncios. “No nos consultaron ni nos avisaron nada”, repetían anoche en la cúpula del Ejecutivo porteño.

Reacción

El cierre de las escuelas abrió una discusión interna en el gabinete porteño. Mientras algunos planteaban que había que “resistir” las medidas, otros funcionarios pedían acatar la disposición y diferenciarse discursivamente.

Anoche, el Presidente anunció que decidió suspender por dos semanas las clases presenciales y la circulación, entre las 20 y las 6 de la mañana, en la Capital y los 40 municipios que integran el AMBA, frente a la suba de los casos de coronavirus.

El primer mandatario reconoció que tuvo discusiones con su equipo por el cierre de los colegios. De hecho, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, había defendido la presencialidad horas antes del anuncio. “Las clases presenciales no son solo las clases presenciales: hay que ir a un colegio primario y ver el horario de salida de los chicos, ver cómo las madres se agolpan frente a la puerta, ver cómo de ese modo el contagio puede hacerse más fácil, ver cómo los chicos juegan entre sí cambiándose los barbijos”, argumentó en diálogo con Radio 10.