Máxima tensión. Anoche, miembros de Gendarmería estaban en la puerta de la casa de Diego Lagomarsino y no se descartaba un allanamiento en la propiedad del técnico informático en la mira por la muerte de Nisman.

Casi tres años después de la muerte dudosa del fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, horas después de acusar a la expresidenta Cristina Fernández por "encubrimiento" a los iraníes sindicados como autores del atentado en la sede de la mutual judía, la Justicia puso ayer contra las cuerdas a Diego Lagomarsino.

El técnico informático, quien le facilitó el revólver calibre 22 que acabó con la vida del fiscal Nisman y único imputado en la causa, fue citado a una declaración indagatoria la semana próxima acusado de ser partícipe necesario del supuesto homicidio del titular de la UFI-AMIA. Además, de mantenerse la prohibición para salir del país, Lagomarsino deberá usar una tobillera electrónica con GPS e informar si planea desplazarse más de 100 kilómetros.

Lagomarsino fue acusado de ser partícipe de un "plan criminal" contra Nisman, quien apareció muerto en el baño de su departamento de Puerto Madero en enero de 2015.

La decisión fue tomada por el juez Julián Ercolini, que ordenó las indagatorias de Lagomarsino para el próximo 14, y de cuatro custodios que deberán presentarse el 20 y 21 de noviembre. También resolvió que el supuesto asesor informático de Nisman deba presentarse cada 15 días ante su juzgado para demostrar que sigue a derecho y a disposición de los investigadores.

La medida se dispuso tras un dictamen del fiscal Eduardo Taiano, quien sostuvo que Nisman fue víctima de un homicidio y que generó que el juzgado solicitara el secreto de sumario.

En su dictamen Taiano pidió que Lagomarsino sea citado a prestar indagatoria por su presunta participación necesaria en la comisión del delito al aportar la pistola Bersa calibre 22 utilizada en el hecho.

Taiano requirió que se disponga la misma medida respecto de los custodios de quien fuera titular de la Unidad Fiscal AMIA -Rubén Fabián Benítez, Néstor Oscar Durán, Luis Ismael Miño y Armando Niz-, por incumplimiento de sus deberes.

Tras hacer un largo repaso de los tramos principales de la causa, Taiano hizo hincapié en los resultados de la Junta Interdisciplinaria: que la muerte fue producto de un homicidio, ocurrido en el interior del baño y en el que participaron dos victimarios, uno de los cuales manipuló el arma y el restante lo asistió y manipuló el cuerpo del fiscal. Asimismo, afirmaron que la data de muerte rondaría las 29.2 horas, con una certeza del 98%, por lo que el homicidio se debería haber producido a las 2.46 horas del domingo 18 de enero de 2015.

"Las circunstancias que rodearon la muerte de la víctima impiden siquiera considerar la posibilidad de un suicidio", señaló el fiscal Taiano. En ese marco, Taiano consideró que se desprende la "activa participación de terceras personas en el lugar en el que ocurrió el hecho", que definió como un homicidio.

El accionar de Lagomarsino habría sido posible por la relación de confianza que tenían, que le habría permitido acceder tanto a la vivienda del fiscal como a sobrepasar su custodia. Su conducta fue encuadrada, provisoriamente, dentro de lo previsto por el artículo 79 del Código Penal, en función del artículo 45 del mismo cuerpo legal. Además, se le endilga la tenencia ilegítima del arma de fuego de su propiedad, marca "Bersa" calibre 22, cuya autorización se encontraba vencida desde el 1 de abril del año 2007. Ese incumplimiento habría ayudado "a la perpetración del ilícito, por cuanto posibilitó el ingreso del arma homicida al domicilio del custodiado, franqueó el acceso de los ejecutores del hecho, permitió que estos lleven adelante su accionar sin riesgo de ser descubiertos, determinó su salida impune del lugar e impidió tomar conocimiento del hecho en forma inminente a su producción".



Un tiro en la cabeza  
 

Alberto Nisman apareció muerto en el baño de su departamento con un tiro en la cabeza cuatro días después de denunciar a la expresidenta Cristina Fernández, al canciller Héctor Timerman y otros, por el encubrimiento a Irán en el ataque a la AMIA, a través de la firma del Memorándum.

Macri quiere que se sepa la verdad

El presidente Mauricio Macri afirmó ayer que en las reuniones que mantuvo en Nueva York "se ha reclamado claridad sobre lo que pasó" con la muerte del fiscal Alberto Nisman, planteo ante el cual "hemos respondido que investigaremos hasta el final, sobre todo la hipótesis de asesinato". Macri afirmó que a los interlocutores con los que se habló sobre el fallecimiento del fiscal de la causa AMIA "les hemos dicho que estamos comprometidos a saber la verdad". "Investigaremos hasta el final, sobre todo la hipótesis de asesinato, que es lo que dice la última pericia que hizo la Gendarmería y que avala la fiscalía".

Su relato fue “pueril, nadie le creyó”

El abogado Manuel Romero Victorica, quien representa la querella de las hijas del fallecido fiscal Alberto Nisman, calificó ayer de "pueril" la versión sobre la entrega del arma que dio el informático Diego Lagomarsino, de quien el fiscal Eduardo Taiano pidió la indagatoria como supuesto partícipe primario del presunto crimen del entonces titular de la UFI-AMIA. "Su relato fue pueril. Nadie le creyó que el fiscal Nisman la había pedido un arma para cuidar a sus hijas, que estaban del otro lado del océano Atlántico, al cuidado de su madre, que es una jueza federal", resaltó Romero Victorica en declaraciones a radio Mitre