El presunto testaferro del detenido Amado Boudou, Alejandro Vandenbroele, ratificó hoy sus dichos como arrepentido al ser indagado como supuesto miembro de una asociación ilícita, en la causa por enriquecimiento ilícito del ex vicepresidente.
 

 

Rodeado por sus custodios, Vandenbroele arribó a los tribunales federales de Retiro poco antes de las 11 para cumplir con el trámite de la indagatoria en la causa por enriquecimiento a cargo del juez federal Ariel Lijo.
 

En la audiencia, se remitió a sus dichos del 15 de noviembre pasado, cuando declaró como imputado protegido ante el fiscal federal Jorge Di Lello, explicaron fuentes judiciales.
 

Vandenbroele sólo aportó algunos detalles más ante Lijo y funcionarios de la fiscalía, y, luego, se negó a responder preguntas.
 

El titular de la sociedad “The Old Fund” que se quedó con la imprenta Ciccone Calcográfica y también con un contrato multimillonario con la provincia de Formosa, estuvo poco más de dos horas en el juzgado.
 

Tras arribar a los tribunales, el supuesto testaferro se entrevistó a solas con su defensa oficial en el despacho del juez Lijo y, tras una pausa en la que tuvo que salir al pasillo común para ir hasta el baño que es público, comenzó la indagatoria.