Esta semana el Ministerio de Salud de la Nación emitió una alerta por un brote de fiebre tifoidea. Además de haberse reconocido 15 casos en un barrio de Buenos Aires, se investiga la muerte de una persona con potencialidad de haber padecido esta condición.

La fiebre tifoidea es una enfermedad bacteriana potencialmente mortal causada por Salmonella enterica serotipo Typhi, y puede transmitirse a través de agua o alimentos contaminados o por contacto con personas infectadas. Por eso, la higiene es clave para prevenirla y combatirla. Es imprescindible, en todos los casos, el lavado de manos después de ir al baño, sobre todo aquellas personas que preparan o sirven comidas -ver infografía-.

La alarma epidemiológica se encendió tras un brote de fiebre tifoidea en dos edificios con un total de 70 departamentos en Ciudadela, partido de Tres de Febrero. De los 15 contagiados en este brote hay seis internados, dos en estado grave en terapia intensiva. Los casos fueron detectados entre el 9 de marzo y el 22 de abril.

Análisis preliminares del Instituto Malbrán detectaron contaminación en el agua de los tanques. El agua de red llega a los departamentos a través de los tanques de las terrazas abastecidos con agua de pozo.

Lucila Valera, ingeniera agrónoma, explicó que “en tan solo seis meses, sobre las paredes internas de los tanques de agua, se forma un biofilm bacteriano (similar a una gelatina) en el que se alojan bacterias potencialmente patógenas”.

Entre los principales problemas con los tanques domiciliarios, está que “muchos carecen del mantenimiento y ni siquiera tienen su tapa colocada, lo que expone el agua de consumo a contaminación por presencia de roedores, sus heces y orina, excremento de aves, cadáveres de animales que quisieron beber agua y murieron ahogados, polvo, hojas y cualquier tipo de elemento contaminante que pudiera caer dentro del tanque”.

Llamó a prestar especial atención a las cucarachas. “Dado que suelen desplazarse por las cloacas, actúan como medio de transporte de numerosas bacterias, como Escherichia coli y Salmonella typhi. El cólera, los virus gastrointestinales y numerosas enfermedades ligadas al consumo de agua contaminada se adquieren por beber agua que proviene de tanques habitados por cucarachas’, planteó.

De acuerdo con Cristina Freuler, jefa del Departamento de Medicina Interna del Hospital Alemán, “se puede ser portador de salmonela en el intestino y no presentar ningún síntoma. Si esa persona va al baño y no se lava las manos, puede transmitir la bacteria a otras personas si manipula alimentos”.

En la provincia de Buenos Aires la falta de cloacas y la consecuente abundancia de pozos ciegos, los basurales y cementerios son fuentes importantes de contaminación del agua de las napas que abastecen los tanques.

> En qué puede derivar

La fiebre tifoidea puede derivar en perforaciones intestinales, septicemia, miocarditis, meningitis, entre otras, si no se trata a tiempo. Por eso, consultar de inmediato ante síntomas como fiebre alta, dolor abdominal, diarrea o estreñimiento es fundamental.