La Cámara de Diputados aprobó recientemente un proyecto de ley para cambiar el huso horario de Argentina durante el invierno, con el objetivo principal de ahorrar energía y aprovechar mejor la luz solar. El proyecto establece como hora oficial la del huso horario -4 (cuatro horas al Oeste de Greenwich), que corresponde geográficamente al país, pero contempla mantener el huso horario -3, el actual, durante el período de verano por razones de conveniencia.
En invierno el reloj se atrasaría una hora para pasar al huso GMT-4 el primer domingo de abril a la medianoche. Y en verano se adelantaría una hora para regresar al huso GMT-3 el primer domingo de septiembre a la medianoche.
¿Pero cuál sería la hora ideal para tener en este verano? La discusión gira en torno a si convendría o no adelantar los relojes para aprovechar mejor la luz natural y reducir el consumo de energía en pleno verano.
De acuerdo a estudios realizados por especialistas en energía y cronobiología, la hora ideal para el verano sería adelantar el reloj una hora respecto del actual huso horario. Es decir, pasar del actual GMT-3 al GMT-2, lo que permitiría contar con más horas de luz solar por la tarde y disminuir la necesidad de iluminación artificial en el horario pico nocturno.
En la práctica, esto significaría que el sol se pondría más tarde, favoreciendo tanto la actividad económica como las rutinas sociales, especialmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires y las grandes ciudades.
Ventajas del cambio: Mayor aprovechamiento de la luz natural en las tardes; posible reducción en el consumo de energía eléctrica; más tiempo útil para actividades al aire libre y recreativas.
Las dudas: Existen voces críticas que recuerdan que en experiencias anteriores -la última en 2009- el ahorro energético fue menor al esperado. Además, el cambio de horario puede generar alteraciones en el sueño, el rendimiento escolar y laboral, y dificultades en provincias del oeste del país, donde el sol saldría aún más tarde.
Si la Argentina adoptara el horario de verano (GMT-2), se alinearía con varios países de la región que ya lo aplican de manera estacional: Brasil: utiliza GMT-3 de manera oficial, pero históricamente aplicó GMT-2 en verano en varios estados.
Uruguay: mantiene GMT-3 todo el año, aunque hasta 2015 aplicaba el horario de verano (GMT-2). Chile: en verano se adelanta a GMT-3 y en invierno se atrasa a GMT-4, con un esquema de cambio estacional fijo. Paraguay: adopta horario de verano (GMT-3) y en invierno vuelve a GMT-4.

