La puja de la CGT con el Gobierno se midió con distintas intensidades ayer al hacer el balance del tercer paro general contra Javier Milei ya que el funcionamiento normal de colectivos morigeró el impacto de la medida de fuerza. Sin embargo, la primera lectura de los popes de la central obrera, fue que el paro fue contundente.

La CGT celebró como “un éxito rotundo” su convocatoria a la movilización del miércoles y el paro nacional de ayer y disparó críticas al Gobierno por la “gravedad del ajuste” e intentó minimizar la circulación de colectivos en todo el país al señalar que “iban bastante vacíos”.

Si bien en casi todo el país el movimiento fue similar a un día feriado, porque no hubo bancos y dispar actividad en las escuelas, el funcionamiento de colectivos, taxis, comercios y empresas de servicios privados llevó a los funcionarios de la Casa Rosada a sostener que el paro “fue un fracaso”. Incluso, en un comunicado el Gobierno sostuvo que “este es el paro de la casta sindical kirchnerista de los Moyano, que por tercera vez deja sin trabajar a millones de argentinos”.

En realidad, tanto en el AMBA con el interior del país, se vio más movimiento que en los paros anteriores. El tránsito fue intenso en la Ciudad de Buenos Aires en horas pico ya que muchos trabajadores optaron por movilizarse en sus propios autos.

En el interior, una de las provincias en las que más impacto tuvo el paro fue en Tucumán y la contracara fue Mendoza donde la actividad se desarrolló casi con normalidad.

En general, la protesta de la CGT transcurrió con tranquilidad y sólo hubo que lamentar los ataques a los micros, especialmente en Bahía Blanca. Allí, a piedrazos, destrozaron parabrisas y ventanas de al menos 15 colectivos. Y para evitar males mayores se tuvo que suspender el servicio, tal como querían los violentos que perpetraron los ataques.

La CGT se despegó de los incidentes registrados en algunos colectivos que funcionaron con normalidad por la conciliación obligatoria que acató la UTA.

“Nada tienen que ver con los trabajadores ni con las organizaciones sindicales”, dijo sobre esos ataques a pedradas” el triunviro de la CGT, Héctor Daer.

En conferencia de prensa, Daer fue el encargado de evaluar el paro: “Para esta Confederación General del Trabajo fue un éxito rotundo estas 36 horas de movilización y paro” y aseguró que eso se logró con “el paro de todos los sectores industriales, en todo el transporte, en todos los servicios, en todos los sectores que mueven el proceso económico de nuestro país”.

Asimismo, felicitó a “todos los trabajadores que mostraron la decisión de parar para demostrar una vez más que el movimiento lleva adelante una agenda clara y concreta para que se cambien las políticas de ingreso encargada por el gobierno”.

Desde la histórica sede de la CGT en la calle Azopardo, Daer remarcó, “sobre todas las cosas, la porción de ajuste más importante que lleva adelante este plan económico o estas medidas económicas porque todavía no vislumbramos un plan, tiene que ver con los pasivos, el sector de jubilados y pensionados”. Y al final ponderó que “claramente lo que ponemos en el debate es esto, no puede existir una Argentina con precios libres y salarios pisados”.

Qué dijo el Gobierno
El Gobierno tildó el paro como un problema de la “casta sindical”, se apalancaron en el movimiento que se registró en la calle de autos particulares y ómnibus y arremetieron: “El paro fue una lágrima. La gente está cansada de los gremios y lo sufre la CGT”.

¿Descontarán el día?
En la Casa Rosada, además, aseguraron que hoy el Poder Ejecutivo les descontará los haberes del día a los empleados estatales que hayan adherido al paro general de la CGT. La medida, sin embargo, no se oficializó. Ni la UPCN ni ATE recibieron todavía las notificaciones.