En las últimas horas, la UFI de Homicidios de La Matanza ordenó el arresto de Mónica Mujica, pareja de Víctor Sotacuro, uno de los principales acusados del triple femicidio narco de Florencio Varela.

Mujica, considerada una nueva sospechosa clave en el expediente, fue capturada en un domicilio e CABA poco antes de la medianoche del sábado por la Policía Bonaerense, con la autorización de un juzgado de rogatorias porteño. Se le secuestraron dos celulares que podrán ser peritados, confirmaron fuentes del caso a Infobae. La mujer de nacionalidad argentina, a su vez, es la tía de Florencia Ibáñez, otra detenida en el caso que declaró como arrepentida.

La pareja de Sotacuro fue expuesta en la trama tras la larga declaración de un nuevo testigo, que se presentó ayer viernes ante Adrián Arribas, Claudio Fornaro, Diego Rulli y Lorena Pecorelli, los fiscales que investigan las muertes de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérez. El testigo en cuestión, uno de dos que declararon en la jornada del viernes en la fiscalía, señaló a Mujica como parte del negocio narco de la banda.

Este testigo, también, aseveró que las víctimas habrían sido quienes robaron la droga, lo que llevó a sus asesinatos, confirman altas fuentes del caso. Los fiscales tenían serias dudas de que esto fuese así, ya que Ibáñez aseguró que su pareja, Alex Ydone, prófugo en la causa y con antecedentes por tráfico, le afirmó que el real blanco del triple crimen era “un tipo”.

Un investigador clave asegura: “Se sospecha que Mujica participaba de la recepción de droga desde el exterior junto a Sotacuro. Se cree que, puntualmente se dedicaba al corte, estiramiento y distribución de la cocaína”.

Los fiscales sostienen, en base a este nuevo relato, que el robo de droga que llevó a las muertes de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Rodríguez ocurrió durante el corte de la cocaína de la banda del Bajo Flores que Sotacuro y su pareja supuestamente manejaban. “La mujer sabía todo el plan”, continúa el investigador.

Por eso, Mujica le habría ordenado a su sobrina Ibáñez el borrado del teléfono de Sotacuro, algo que la propia sobrina reconoció.

 

“El Chato se mandó una cagada”
Mujica, irónicamente, declaró como testigo en el caso. Aseguró que el viernes 19 de septiembre a las 20 horas, poco antes de buscar a las víctimas en la rotonda de La Tablada, su pareja dejó su casa con la frase: “Gorda, coman que voy a hacer un remise”.

Otro testigo, sin embargo, aseguró que Mujica le refirió tras el hecho: “El Chato se mandó una cagada”.

Este viernes, la UFI de Homicidios de La Matanza pidió al juzgado de garantías del caso la prisión preventiva de los ocho imputados, entre ellos Sotacuro e Ibáñez, así como el envío del expediente al fuero federal de Morón para que investigue la pista narco del caso, con evidentes ramificaciones en Perú. Tony Janzen Valverde, alias “Pequeño J”, espera ser extraditado desde ese país. Todavía hay tres prófugos con circulares rojas de Interpol en su contra.