Señor director:

Leyendo DIARIO DE CUYO, no salía de mi asombro por noticias que tenían un común denominador: los accidentes de tránsito. Resulta increíble que la negligencia de muchos conductores terminen con resultados, a veces con pérdida de vidas humanas. Motociclistas sin cascos, conductores de automóviles ebrios, imprudencia al tomar una curva en calles o rutas, conducir cansados o hasta casi dormidos.

Todas estas situaciones podrían evitarse si tan sólo las personas actuaran con sentido común, responsabilidad y cuidado de la vida personal y la de terceros. 

Desde hace años, se viene insistiendo por todos los medios, sobre las normas de seguridad en el tránsito. Pero el resultado de no hacer caso a estas reglas, suelen desembocar en tragedias.
Es de esperar que todos tomemos conciencia. Cada vida es muy valiosa e importante, en especial para sus familias. Debemos ser concientes de los peligros que corremos si no conducimos con prudencia.