Señor director:


Todos tenemos un ser querido que ya no vemos y no existe la manera de contar con su presencia de ninguna manera. ¿Y si fuéramos capaces de traerlo nuevamente con nosotros? Sin secuelas. Un procedimiento clínico, seguro y legal, con todas las garantías incluidas. Ahora bien ¿Cuánto costaría? ¿Se imaginan en todo el mundo la gente resucitando personas como locos? ¿Cuál sería el límite? ¿El dinero, el poder, la conciencia, la religión, el sentido común? Y para eso está la ley: "la resurrección debe ser libre gratuita y legal para todos''. ¿Cuánto tardaría en colapsar el mundo si la gente nunca muere? Pero esto no sucede, todavía. Lo que sí sucede es pensar al revés con mayor lucidez. Es más fácil matar que dar vida. ¡Debe ser por eso que tenemos eficientes procedimientos para abortar, para la pena de muerte y la eutanasia. Pero todavía no podemos revivir a los muertos. No obstante, se me ocurre también, ya que no se puede resucitar, al menos podríamos conformarnos con dejar fluir la vida que naturalmente nos rodea. No se debe manipular lo que no se entiende, porque se corre el riesgo de alterar equilibrios, balances. Tal vez hemos llegado a entender en parte como funciona la vida y somos libres para alterar su curso, pero no dueños para empezarla y terminarla caprichosamente. No creo que existan dioses, creencias o religiones en todo esto. 


¿Por qué el aborto legal lo sería? ¿Cuál es el límite para manipular la vida? Lo único ilegal en todo esto es la coherencia, que va dejando de existir en la medida que se legalizan incoherencias.