El tejido en telar genera maravillas artesanales traspasando siglos.

La sapiencia del arte del telar como hecho social de significación cultural trascendente que caracteriza a la historia del pueblo de Jáchal, es un conocimiento ancestral que siempre fue objeto de estudio en el contexto de la vida pretérita de los pueblos preindustriales. Así es como en el Primer Congreso de Folklore Cuyano, noviembre de 1962, explica la investigadora Roitman, Lube Sara (1962), en la obra La artesanía textil en Huaco: (Dpto. Jáchal, Prov. San Juan), en Anales de Arqueología y Etnología, Años 1962-1963, Tomos 17-18, p. 195-202, cómo es el hacer del telar al estudiar el caso de las tejedoras de Huaco como una muestra de lo que caracteriza a las tejedoras en general de Jáchal y otros departamentos de semejante sabiduría.


Lana de oveja como materia prima principal


La lana se tiza con ambas manos, de modo que los capullos se pueden reducir a hilos con facilidad. Las más ancianas hilan sentadas. La lana que las mujeres tienen a modo de brazalete en una muñeca es llevada al huso y se envuelve en su extremidad superior mediante movimientos de índice y pulgar. Al envolverlo, las vueltas dan, asimismo, consistencia al hilo. La parte inferior del huso lleva un tortero. Para trabajar con lanas de colores, previo al ovillado hay que teñir la lana. Las mujeres que se dedican al teñido utilizan para tal menester las antiguas ollas de barro. La tradición las hace utilizar para colocarlas al fuego para hacer hervir la lana con el tinte que se desee y no es posible que se dejen de hacer uso de ella, porque sólo saben teñir en esas ollas de barro.


Elementos del arte de las tejedoras


El grafito, polvo que se obtiene y extrae de las minas, se utiliza haciendo hervir dicho ingrediente molido, durante un rato, se pone el hilo en la tintura hirviendo y luego se deja en el recipiente que se hirvió hasta que se enfríe. La chilca dulce, que se cría en las orillas de los canales, se utiliza para teñir la lana en color amarillo fuerte. Para obtener un color marrón oscuro se hierve la cáscara de eucalipto, durante varias horas hasta que el agua obtiene una coloración muy oscura en la que se coloca la lana que se teñirá. Según el tiempo en que se hierva la lana será la tonalidad que adquiera. Hay que tener en cuenta esto, ya que como se deja enfriar la lana en la tintura, se deben contar ambos tiempos para lograr el tono que se desee.

Otras plantas para los tonos


Si se machaca la cáscara del visco y se hace hervir la lana en la citada infusión se obtiene el color vicuña, tan apreciado en los ponchos. Se usa la raíz de ese árbol para obtener el mismo color. También para obtener el mismo color vicuña se puede usar la raíz de Pata. Hay quienes utilizan este tinte para la prenda confeccionada, porque estiman que a veces les puede faltar lana si la tiñen a esta primero. La cáscara de sauce sirve para obtener un color rubio. 


Valor de las plantas típicas de la zona


Otros productos, acota Roitman, debieron ser utilizados en la zona. Los hombres de ciencia que estudian las culturas indígenas en Argentina citan a otros, pero no hemos visto usarlos durante nuestras estadías en la región, por lo que sólo nos referimos a los que en la actualidad quedan de la experiencia que les ha demostrado que las plantas típicas de la zona son mejores tintóreas y más económicas que los productos artificiales. Después del proceso de tintura, la lana se lava con agua clara, se deja secar y se hacen los ovillos.


Procedimiento y estructura de los telares


Hechos los ovillos viene la urdida. Se construye con cuatro palos en forma de rectángulo, o seis si el tejido es muy largo. En las partes más angostas se colocan dos palos que serán los sostenes de las lanas y se hace pasar la lana desde un palo al otro. Se repite la operación tantas veces como sea el ancho de la prenda a realizarse. El telar tiene distintas medidas según el tamaño de la tela que se pretenda realizar.


El telar consta de cuatro horcones de aproximadamente un metro y medio de altura, con el propósito de apoyar a los palos que sostendrán verticalmente a los "lizos" de la trama. Los "lizos" se colocan cuando se va a iniciar la tarea y se comunican en la parte inferior por medio de lazos que son accionados con los pedales. Cada pie acciona uno de los lizos y así se mueven alternativamente los pies. Cuando se cruzan los hilos de la tela por la acción mencionada se introduce el hilo de la trama, que a veces es hilo de algodón blanco, para "hacerlo más resistente", o de lana. Luego se introduce una tabla llamada "pala" entre los hilos con el fin de golpear la tela para arrimar bien el hilo de la trama de la "obra" y hacerla compacta y uniforme en toda su extensión. La tela se va envolviendo en el palo giratorio que es movido por la tejedora a medida que va realizando su trabajo. Para que la trama esté siempre tirante, se ata con tiras de cuero que se sostiene a los palos colocados fijos en los lugares dispuestos para la tarea.


Artesanas embajadoras del arte del telar

Verdaderas embajadoras de este patrimonio cultural inmaterial son el 45 % de los 2.000 artesanos/as relevados de la provincia, han sido reconocidas en varios eventos oficiales a todo nivel como el realizado entre el 12 de marzo 2021 hasta el 15 agosto 2021 en el Foyer del museo donde se concretó el Homenaje a las cultoras del telar criollo de San Juan, de diferentes departamentos de San Juan, esto es, Jáchal, Iglesia, Calingasta, Valle Fértil y Albardón, y entre ellas se destacan: Rita Páez de Quiroga, Natividad Páez, María Luna de Sánchez, Teresa Díaz, Margarita Sánchez, Silvana González, Lorena González, Hilda Isabel Cabrera, Feliza Herminia Cabrera, Grasiela Cabrera, Ercilia Benita Tapia de Rivero, Edita Fernández, Clara Quiroga, Ema Lorenza Carrizo, Noemí Salinas, Ermela Balmaceda, Edith Balmaceda, Elisa Mondaca, Catalina Rosario Chávez de Díaz, Cristina Mariana Calívar de Chávez, Hilda Susana Olguín, Eleuteria del Rosario Herrera, Gema Valeria Chávez, Ángela Chávez, Stella Marys Bravo Herrera, Nancy Elena Villafañe, Nélida Calívar.

Por Dr. Mario Alfredo Luna.
Abogado, ex secretario de Gobierno en Jáchal, ex concejal, Pte. Concejo Deliberante de Jáchal.
Fabián Alberto Núñez
Profesor Enseñanza Primaria, Pro-secretario Escuela de Comercio Eusebio Dojorti (secundaria), ex delegado Patrimonio Cultural en Jáchal.