Amnesty International brinda todos los años un informe anual dedicado a la pena de muerte en el mundo. Acaba de brindarnos el Informe correspondiente al 2021. Extraemos algunos datos y realizamos algunas reflexiones.


En 2021 se llevaron a cabo 579 ejecuciones, una cifra un 20% superior a la del año anterior, en el que hubo disminución por la pandemia covid. Además, a finales del año pasado al menos 28.760 personas estaban recluidas en espera de dicha pena capital, un 40% más que en 2020. Sin embargo, las estadísticas de las ONG no tienen en cuenta las condenas a muerte ejecutadas en China, Corea del Norte y Vietnam, países que bloquean el acceso a los datos. Para China es "secreto de Estado", pero las sentencias no bajan de 5000 por año.


La gran mayoría de las personas condenadas a muerte se encuentran en Irak, Pakistán, Nigeria, Estados Unidos, Bangladesh, Malasia, Vietnam, Argelia y Sri Lanka.


"Aumento significativo"

En cuanto a las penas capitales ejecutadas en 2021, Amnistía destaca un "aumento significativo en varios países", como consecuencia directa de la suspensión parcial o total de las restricciones vigentes durante la pandemia de la covid-19. Este fue el caso de Bangladesh e India, mientras que en Myanmar hubo un "resurgimiento alarmante bajo el régimen de la ley marcial". Con el retorno al poder de la junta militar, los civiles fueron juzgados por los tribunales militares con procedimientos sumarios, lo que condujo a la muerte a 90 personas. Sin embargo, el récord de ejecuciones lo ostenta Irán , donde en 2021 se aplicaron al menos 314 penas, lo que supone un crecimiento del 28% respecto a 2020, cuando hubo 246: se trata de la cifra más alta desde 2017.


"Este pico registrado en Irán se debe en particular a las numerosas ejecuciones de personas condenadas por delitos relacionados con las drogas, que representaron el 42% del total de las condenas a muerte ejecutadas, quintuplicando desde 2020", lamentó Amnistía. 


Además, al menos cuatro personas en Irán fueron ejecutadas por delitos cometidos cuando tenían menos de 18 años, en flagrante violación del derecho internacional, aunque la ley iraní establece que "por homicidios y otros delitos punibles con la muerte, los niños mayores de 15 años lunares y niñas mayores de 9 años lunares son tratadas como adultas".


En este triste ranking, el segundo lugar lo ocupa Egipto, con 83 ejecuciones, seguida de Arabia Saudita con 65. En Egipto, las sentencias de muerte se dictaron "sobre la base de declaraciones extraídas bajo tortura". En Arabia Saudita, 9 personas fueron ejecutadas por delitos relacionados con el terrorismo. 


Abolir la pena de muerte

Los datos negativos, sin embargo, son solo una cara de la moneda: hasta la fecha, 108 países del mundo son abolicionistas y otros 144 han abolido la pena de muerte, también en la práctica. Por segundo año consecutivo, 18 países han llevado a cabo sentencias de muerte, "confirmando que solo una minoría aislada continúa realizando ejecuciones". Además, otras naciones se están moviendo hacia una actitud abolicionista.


Por ejemplo, Armenia se ha adherido a un tratado relativo a la abolición de la pena de muerte, mientras que en Ghana y la República Centroafricana se están examinando textos destinados a abolirla. 


Finalmente, Malasia tiene la intención de proponer reformas legislativas relacionadas con la pena de muerte para el tercer trimestre de 2022. La pena de muerte es hoy inaceptable. La sociedad cuenta con recursos penitenciarios para poner al injusto agresor en posición de no ofender. ¡Basta de justificaciones vindicativas!

Pbro. Dr. José Juan García 
Vicerrector Universidad Católica de Cuyo (UCCuyo)