La pregunta es ¿qué habrá pasado por las mentes de esos adolescentes, estudiantes de la Quinta Normal (hoy Escuela de Fruticultura y Enología), cuando decidieron crear un club de fútbol, ese día 10 de septiembre de 1919? ¿Habrán pensado en que esa institución, el Club Sportivo Desamparados, atravesaría décadas, generaciones, clases sociales, campeonatos, y que sería un símbolo del fútbol sanjuanino que pasearía su impronta de juego vistoso, como de lucha (cuando hacía falta), en cualquier cancha del país donde le tocara defender el prestigio deportivo de su provincia? ¿Habrán imaginado que sería un referente del fútbol cuyano y uno de los grandes y esforzados clubes del interior del país? ¿Un club de esos que la luchan con las fuerzas que salen desde lo más profundo del alma? Hoy, a 101 años de esa fundación, probablemente sus sueños superaron de manera amplia esas expectativas de los chicos. Será por eso que la entidad del Barrio Patricias Sanjuaninas tiene entre su hinchada a miles de estudiantes secundarios y universitarios de ambos sexos. Otro logro de esta institución es que fue y es un imán que atrae también a miles de mujeres, atrapadas por el amor y la pasión que genera esa entidad deportiva. Será por eso que además, la mujer llevó consigo a la cancha a toda su familia, formando parte neurálgica de los seguidores víboras. 

Torneo Nacional 1969.Parados: Otarola, Palacios, Rodríguez, Demonte, Vicente Vega, Prieto e Ismael Vega. Abajo: Pérez, Cortez, Fernández, C. Rodríguez y Ángel Vega. DT: José Méndez de Socio.


La historia dice que luego de la fundación, el club no tuvo una sede estable, de hecho los integrantes del equipo se reunían en diferentes lugares, hasta que en el año 1926 se trasladaron a unos terrenos ocupados por la Escuela de Fruticultura y Enología de San Juan. Allí permanecieron hasta 1938, año en el que el gobierno de San Juan decidió otorgarles un terreno baldío. Sin embargo, tras el terremoto de 1944 tuvieron que devolverlo para que allí se establecieran las familias afectadas por la catástrofe, y el sitio pasó a llamarse Barrio de Emergencia Ameghino. En vista de lo ocurrido, el club buscó un nuevo lugar y se ubicaron en un terreno del Consejo Nacional de Reconstrucción Nacional. En 1960, el gobierno local firmó un acta de propiedad en la que finalmente cedió los terrenos a Sportivo Desamparados de forma definitiva. Es así que empezó la construcción del estadio, llamado "El Serpentario", el cual fue inaugurado en 1963 con un partido contra Gimnasia y Esgrima de Mendoza.

Ascenso a la B Nacional 2011. Diego Aguiar; Mauricio Del Cero; Ariel Bartz, Lisandro Beratz y Omar Díaz; Gerardo Corvalán, Hernán Lamberti, Augusto Alvarez y Matías Garrido; Emanuel Reinoso y Cristian Pérez. DT: Daniel Garay.


Como la vida misma, la historia de Sportivo Desamparados tuvo sus altos y bajos. Las épicas campañas a nivel regional desembocaron en un hecho histórico, en el año 1969, cuando el club del "nombre raro" para el resto del país, debutaba contra San Martín de Mendoza, en la provincia hermana. Allí comenzó el transitar grande del "Desamparados de San Juan", como se lo comenzó a llamar. Se convirtió en la punta de lanza de una provincia que con el tiempo se acostumbró a trascender a nivel nacional. A codearse con los mejores y pelearles la victoria. Así representó a la provincia en el Torneo Nacional de 1969. No sería la única, sino que vendrían algunas más, 1972, 1973 y 1974. Luego, llegaron otros tiempos, largos tiempos de adversidades y desiertos. Si hasta tuvo que jugar en la B local. Pero, siempre hubo hinchas y dirigentes de fuste que le pusieron el hombro al león herido. Con mucho esfuerzo salió adelante para volver a atraer multitudes. Los nuevos torneos de AFA lo tuvieron como uno de los equipos siempre candidatos para ascender a la categoría superior. Hasta que un día del año 2011, en una fría noche de invierno, en San Miguel de Tucumán, el "Víbora sanjuanino", logró el ascenso a la B Nacional, luego de un duelo a dos partidos con San Martín, de esa provincia. La prensa y los hinchas del país celebraron la llegada a la segunda categoría del fútbol argentino, de aquel viejo y querido Desamparados de San Juan. Luego, otra vez el tobogán lo depositó en dos dolorosos descensos y un abismo. Y de nuevo a levantarse. Remar contra la corriente para volver a posicionarse entre los clubes importantes del ascenso provinciano.


La historia sigue. Los sueños de esos adolescentes de hace cien años atrás crecen cada día, de la mano de una de las hinchadas más fieles y multitudinarias de la provincia y sus alrededores. Todavía falta camino para recorrer y muchos anhelos por conquistar. Esos sueños que sin dudas, se cumplirán. Porque, en la Argentina, en lo más alto del fútbol nacional, esperan por la mística de ese famoso Sportivo Desamparados de San Juan.

Por José Correa
DIARIO DE CUYO