El mensaje anual del presidente Barack Obama al Congreso, el 25 de enero pasado, exhortando a "un nuevo momento Sputnik" fue un dramático llamado destinado a sacudir al pueblo de Estados Unidos. Ahora, debería ampliar el alcance de su mensaje, y convertirlo en un llamado a la acción para todos los países de las Américas.

Obama dijo que EEUU se está quedando atrás en educación, ciencia, tecnología e innovación y que se debe invertir mucho más en programas de ciencia y tecnología, como lo hizo en la década de 1950 después de que la Unión Soviética envió al espacio el satélite "Sputnik" y Washington -en un estado de shock- inició su programa espacial que resultó en el primer vuelo tripulado a la Luna.

"El mundo ha cambiado", dijo Obama. "China e India se dieron cuenta de que haciendo algunos cambios internos, podían competir en este nuevo mundo. Y entonces empezaron a educar a sus niños desde más temprano, y durante más tiempo, con gran énfasis en las matemáticas y las ciencias. Están invirtiendo en investigación y en nuevas tecnologías". Recordó que China acaba de fabricar la computadora más grande del mundo. El propósito de Obama fue audaz: aumentar drásticamente las inversiones en educación, tecnología e investigación científica a pesar de grandes recortes del gasto público para reducir el déficit presupuestario. Y debería ser de lectura obligatoria en muchos palacios presidenciales latinoamericanos.

Pese a un ciclo de ocho años de firme crecimiento económico en América latina -en general por los altos precios mundiales de las materias primas- la región se está quedando atrás en educación, ciencia e innovación. Veamos: en los recientes tests PISA, que evalúan la competencia de los estudiantes de 15 años en matemáticas, ciencia y comprensión de lectura, la ciudad china de Shanghai, Singapur y Finlandia ocuparon los primeros puestos. Estados Unidos quedó en el puesto 17, España en el 33, Chile 44, Uruguay 47, México 48, Colombia 52, Brasil 53, Argentina 58 y Perú 63 de los 65 países evaluados.

Sólo el 2% de todas las inversiones mundiales en investigación y desarrollo se producen en Latinoamérica, frente al 36% en Estados Unidos y Canadá, 32% en Europa, y 27% en Asia. Los 32 países latinoamericanos juntos poseen menos del 3% de las patentes registradas anualmente por un solo país asiático, Corea del Sur, que en 2009 registró 8800 patentes, mientras Brasil sólo 103, México 60 y Argentina 45.

No hay una sola universidad latinoamericana entre las 100 mejores del mundo y muchos países tienen las vacaciones escolares más largas del planeta. Mientras el año escolar tiene 243 días en Japón y 220 días en Corea del Sur, tiene 200 días en México y 190 en Argentina, pero -si se incluyen las huelgas docentes y los feriados imprevistos- en muchos estados de la región sólo hay unos 160 días de clases.

Mi opinión: si Obama busca un tema central para su política hacia Latinoamérica, y un plan concreto para llevar a la Cumbre de las Américas que se celebrará en Cartagena, Colombia, en abril de 2012, este discurso debería ser su eje. Washington podría lanzar programas de cooperación educativa y tecnológica en toda la región. Para crecer y reducir la pobreza con mucha mayor rapidez, Latinoamérica necesita con urgencia un "momento Sputnik". La educación, la ciencia, la tecnología y la innovación no deberían ser tan sólo la nueva causa de EEUU, sino la de todo el hemisferio.

"OBAMA pidió al Congreso fondos para 100.000 nuevos maestros de matemática, ciencia y tecnología y enormes inversiones en investigación biomédica, informática y de tecnologías de energía renovable".