Los distintos apelativos de los departamentos que integran el suelo sanjuanino, con sus respectivas localidades o parajes, fueron denominados en virtud de variados motivos. Algunos de sus nombres derivan o fueron inspirados a partir de una acordada particularidad geográfica -en esta condición enmarcamos a los topónimos-, otros en relación a fechas patrias, también en correspondencia a ciertas figuras históricas relevantes, asimismo en correlación a determinados cultos o devociones y además nos encontramos con términos que podríamos catalogar como propios o “sui generis”.
En esta última categoría aún perviven en el ámbito geográfico sanjuanino algunos nombres de lugares que denotan sucesos históricos, hechos curiosos o con cierto perfil anecdótico. Es decir que detrás de algunos calificativos o voces hay historias de diversos tipos, relacionadas con hechos de variada índole.
>Media Agua
En general el nombre de estos parajes germinó a partir de ideas surgidas del imaginario colectivo, estas locuciones del uso cotidiano popular, pasaron a ser expresiones formales o normativas. Tal es el caso de la localidad de Villa Media Agua, situada en el departamento Sarmiento. Este asentamiento antiguamente era conocido con el nombre de Estación Cochagual.
Según una versión este vocablo posteriormente cambió por el de “Media Agua”, debido a que el techo de la respectiva estación ferroviaria fue construido a “media agua”, y no a “dos aguas”, como era la práctica arquitectónica de aquellos años. De ahí, surgiría el apelativo de la actual villa cabecera del departamento.
>Iglesia
Un departamento cuyo nombre se originó a partir de una particularidad religiosa es el de Iglesia. Según el historiador jachallero Rocier Bravo, tal denominación provendría de un viejo oratorio que los conquistadores construyeron en 1541, este era el de Achango, que años más tarde se transformó en una iglesia importante, la cual se conserva hasta el presente como un ejemplo de patrimonio histórico. De ahí se desprendería el nombre que tiempo después le fue dado a una gran estancia conocida como “La Iglesia” y que luego se utilizó para denominar las tierras que hoy constituyen el departamento homónimo.
>Pampa del Chañar o La gran China
Otro ejemplo representativo que nos sirve para ilustrar lo señalado esta dado por una localidad jachallera emplazada en Pampa del Chañar. Se dice que en época de la colonia vivía en este lugar una mujer de ascendencia criolla, la cual supo granjearse el respeto de su comunidad a partir de sus dotes de líder femenino. Con el transcurso del tiempo, y como un homenaje en su memoria, esta pequeña localidad jachallera comenzó a llamarse “La Gran China”, nombre que finalmente se terminaría institucionalizando.
Por Prof. Edmundo Jorge Delgado
Magister en Historia