Kristalina Georgieva, directora del FMI Fuente: AFP

Unas horas después de ser designada para conducir el Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva se reunió en Washington con el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y dejó en claro que la Argentina estará al tope de sus prioridades, aunque el organismo se encargó también de enviar el mensaje de que cualquier desembolso deberá "esperar un rato".

El encuentro entre Lacunza y Georgieva, solicitado por el Gobieno, fue breve y protocolar, pero sirvió para tener la primera conversación sobre el futuro de la Argentina. Georgieva, según indicaron fuentes Ministerio de Hacienda, dijo que la Argentina "está en el tope de prioridades para el Fondo", y que trabajará teniendo en cuenta las dificultades económicas y políticas que atraviesa el país.

La reunión se dio horas después de que los 24 directores que integran el board del Fondo la designaran para reemplazar a Christine Lagarde al frente del organismo que, hoy por hoy, ofrece el único canal de financiamiento externo con el que cuenta la Argentina.

En el Gobierno interpretaron el saludo de Lacunza y Georgieva, quien se hará cargo del timón del Fondo justo cuando la Argentina define su futuro político y el de la relación con el organismo, como un "gesto" hacia el país. La búlgara asumirá el cargo formalmente el 1 de octubre, justo antes de la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial, que se realizará a mediados del mes próximo, y en plena negociación con el Gobierno.

El contacto se dio luego de que el director Gerente Interino del FMI, David Lipton, quien vio a Lacunza y al presidente Mauricio Macri anteayer en Nueva York, reconoció en una entrevista con Bloomberg que cualquier giro de fondos por parte del organismo "puede que tenga que esperar un rato", en la admisión más frontal por parte del Fondo de que la relación financiera ha quedado virtualmente congelada, y el programa argentino permanecerá por ahora en el limbo. Lacunza regresará a Buenos Aires mañana, y volverá a Washington la semana del 14 de octubre para continuar con las negociaciones.

Hernán Lacunza, jefe de Hacienda

Lipton dijo a Bloomberg que el FMI "trabajará para una eventual reanudación de una relación, algún tipo de relación financiera [...] lo cual puede que tenga que esperar un rato".

"La situación de Argentina en este momento es extremadamente compleja", afirmó.

Un vocero del FMI aclaró luego que "a la luz de la compleja situación y la incertidumbre de políticas en este contexto, ha sido difícil encontrar un camino rápido hacia adelante", pero ratificó que "seguimos totalmente comprometidos a ayudar a la Argentina y estamos trabajando intensamente con las autoridades".

Antes del encuentro con Georgieva, Lacunza; el secretario de Política Económica, Sebastián Katz; el secretario de Finanzas, Santiago Bausili, y el director de la Argentina ante el Fondo, Gabriel Lopetegui, habían almorzado en el Fondo con el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner; el subdirector, Nigel Chalk, y el jefe de misión para la Argentina, Roberto Cardarelli. Durante la mañana hubo reuniones técnicas. El objetivo: avanzar con las discusiones sobre el programa argentino, condicionadas por la coyuntura política del país.

"La reunión fue muy cordial, discutimos la situación actual y el futuro, y la misión de la semana del 14 de octubre en la reunión anual. Estamos pensando en los próximos pasos. Fue una reunión de trabajo", describió Lacunza, ayer, en un breve encuentro con la prensa argentina.

La delegación argentina hizo hincapié en el cumplimiento de las metas fiscales y monetarias del acuerdo, al menos hasta el cierre del segundo trimestre. Además, se remarcó que el Gobierno sobrecumplirá la meta fiscal del tercer trimestre -un logro que, en parte, está alimentado por el rebrote inflacionario por la devaluación del peso en agosto- y cerrará el año dentro de la pauta de déficit primario del 0,5% del producto bruto prevista gracias a las "salvaguardas" en infraestructura y gasto social.

Fuentes del Ministerio de Hacienda reiteraron ayer que "la Argentina cumplió con todo" lo pactado, pero, a la vez, reconocieron que existe un impacto por la incertidumbre electoral ya que "no se sabe quién va a ser el próximo presidente".

Tanto en el Gobierno como en el Fondo reconocen que esa incertidumbre electoral que atraviesa el país dificulta los avances con el programa, y, en particular, con el desembolso del giro pendiente de US$ 5400 millones. Es que, para liberar fondos frescos, el Fondo debe cotejar no sólo que el Gobierno cumplió con las metas, sino, además, que el programa esté encarrilado, la deuda sea sustentable y la Argentina cuente con algún acceso a los mercados de capitales, y el plan económico tenga el respaldo político suficiente como para brindar certezas sobre su probabilidad de éxito, y el cumplimiento de las metas a futuro.

En el Ministerio de Hacienda reconocen que esto es lo que hay que garantizar una vez que se conozca el resultado electoral, y, en el interin, relativizan la urgencia por la llegada del tan mentado giro por 5400 millones de dólares.

"No hay una necesidad inminente de esos fondos", señalan.