"Fue sorpresivo y nos agarró con las defensas bajas, los industriales ya veníamos atravesando dificultades y la pandemia nos sorprendió", dijo Oscar Estévez en una definición de lo que significó la irrupción del coronavirus en el sector de la industria. Estévez es titular de Krokantes Estago, una conocida firma en el rubro de los productos para copetín como los chizitos, papas fritas, palitos y cascarones entre las variedades más populares. Por pertenecer al sector alimentario nunca dejaron de trabajar, sin embargo sintieron el coletazo de lo que fue la paralización de las actividades sociales en la primera etapa de la cuarentena estricta decretada en marzo desde la Nación. Dejaron de celebrarse cumpleaños, ya no había juntadas, los bares y cafés habían cerrado sus puertas. En definitiva el espacio de consumo de los productos de la firma. 


"Pudimos atravesar la primera parte de la cuarentena gracias a los cambios de consumo de la gente", dijo al respecto Estévez. La permanencia en los hogares movilizó la venta de cereales inflados, chizitos y papas fritas, situación que incluso llevó a cambiar algunos envases como el de las tutucas, que pasó de sus bolsitas individuales para colegiales, a un paquete hogareño de 400 gramos. La actual situación también los llevó a organizarse con el stock de insumos, los que hoy prevén con treinta días de anticipación ante los retrasos que actualmente presenta el transporte, entre estrictos protocolos sanitarios para circular entre provincias. "Las ATP también fueron de gran ayuda para mantener las fuentes de trabajo, creo que hoy la clave es resistir y convivir con una realidad que no sabemos cuándo termina", cerró Estévez. Para consolidar el público sanjuanino, ya que es difícil proyectar hoy hacia otras provincias en las actuales condiciones, la firma desarrolla un par de productos nuevos vinculados a los cereales de expansión.


50  mil kilos por mes son los que la firma produce de cereales extrudados, de la línea para desayuno.


Un pionero


Entre 1999 y 2000, Krokantes fue la primera empresa en el país en producir el "cascarón", un producto de cereal cuya materia prima se vende hoy desde San Juan como base de snacks en Tucumán, Mendoza, Rosario y Córdoba.