Las líneas de colectivos 5, 8, 50 y 101 pertenecientes a la empresa Dota ya están funcionando normalmente con el Sistema Unico de Boleto Electrónico (SUBE) implementado desde el viernes tras el reparto de 50.000 tarjetas magnéticas en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires.
El nuevo sistema, que fuera anunciado en febrero pasado por la presidenta Cristina Fernández, será utilizado por alrededor de 2.050.000 usuarios del área metropolitana cuando esté en pleno funcionamiento.
Si bien inicialmente convivirá con el sistema monedero que se utiliza desde principios de la década del 90 en los colectivos del área metropolitana, la implementación del SUBE permitirá evitar los inconvenientes en obtener monedas para el pago de pasajes en subterráneos y premetro de la ciudad de Buenos Aires.
Las tarjetas se repartirán hasta el próximo sábado 27 de junio, en puestos especialmente acondicionados de las estaciones Retiro, Constitución, Once y Federico Lacroze, y en las esquinas de Cabildo y Juramento y Florida y Diagonal Norte, según informó la Secretaría de Transporte.
A estos puestos se sumarán en los próximos días nuevos puntos de recarga hasta llegar a fin de 2009 con un total de 25.000 puestos de recarga que prevé el Sistema, indicó el organismo.
De esta forma, los usuarios pueden utilizar un mismo medio de pago para viajar en todas las líneas de subtes, el ferrocarril Urquiza, el ferrocarril Belgrano Norte y por ahora las líneas de colectivos 5, 8, 50 y 101 pertenecientes a la empresa Dota, y las líneas 61 y 62 del Grupo Plaza.
Ayer, en otra recorrida por las estaciones de Retiro y Constitución, Télam pudo saber cómo los distintos usuarios que habían obtenido la tarjeta electrónica estaban haciendo uso de ella sin inconvenientes.
En Retiro, el colectivero de la línea 101 Carlos Lozán dijo que el funcionamiento del sistema con la tarjeta "era normal y había gente que ya la estaba usando a pesar de los pocos usuarios que ascendían al ómnibus debido a que es sábado y llueve".
Para Mariana que viaja todos los días desde Saavedra a Retiro y luego toma un colectivo a Once, la tarjeta es una solución ante la falta de monedas y además explicó "es una forma de reorganizar el presupuesto".
Asimismo, Marcela que viaja todos los días de Quilmes a Constitución dijo que ella todavía no tenía la tarjeta pero sí su marido y la estaba usando.