El oro volvió a brillar con fuerza en los mercados internacionales. En las últimas horas, el metal precioso registró una suba cercana al 1%, superó la barrera de los u$s4.500 y alcanzó un nuevo máximo histórico al ubicarse en torno a los u$s4.517 por onza.

Con este avance, el oro consolida uno de los mejores años de su historia, con una revalorización acumulada cercana al 72%, impulsada por un contexto global marcado por la incertidumbre económica, las tensiones geopolíticas y las expectativas sobre la política monetaria de Estados Unidos.

A los movimientos vinculados a las tasas de interés se sumaron, en esta oportunidad, los cruces entre Estados Unidos y Venezuela. El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció la semana pasada el “bloqueo” de todos los petroleros sancionados que entren y salgan del país caribeño, un factor que llevó a los inversores a buscar refugio en activos considerados seguros, como el oro.

En ese escenario, Tim Waterer, analista jefe de mercado de KCM Trade, sostuvo que los compradores siguen viendo a los metales preciosos como una herramienta eficaz para diversificar carteras y preservar valor. “No creo que estemos en el punto culminante todavía para el oro o la plata”, afirmó.

Plata y metales industriales también en alza

El fuerte movimiento alcista no se limitó al oro. La plata al contado subió un 1,6%, hasta los u$s69,67, luego de haber tocado un récord intradiario de u$s69,98. En lo que va del año, el metal acumula ganancias superiores al 141%.

En la misma línea, el platino avanzó un 1,9% y se ubicó en u$s2.165,67, su nivel más alto en más de 17 años, mientras que el paladio también subió un 1,9%, hasta los u$s1.792,51, marcando su valor máximo en tres años.

La Fed, la política y la liquidez, bajo la lupa

Además del frente geopolítico, el mercado sigue de cerca los movimientos de la Reserva Federal de Estados Unidos. El oro recibió un impulso adicional tras versiones que indican que Trump podría anunciar a principios de enero un nuevo presidente para la Fed, lo que reavivó las especulaciones sobre el rumbo de la política monetaria.

No obstante, algunos analistas advierten sobre posibles episodios de volatilidad. Frank Walbaum, de Naga, señaló que el oro podría seguir siendo especialmente sensible a los titulares políticos y a los cambios en las expectativas de tasas. “A medida que se acerca el final del año, la menor liquidez podría amplificar las oscilaciones de precios”, advirtió.

En sintonía, Michael Brown, estratega de Pepperstone, anticipó que podría darse una etapa de consolidación durante el período festivo. Sin embargo, proyectó que el rally se retomaría con fuerza cuando regresen los volúmenes, con un objetivo de u$s5.000 para el oro en 2026 y un horizonte de u$s75 para la plata en el largo plazo.