Tres minutos mortales. 180 segundos demoledores terminaron dejando sin nada al Atlético San Martín en el Monumental. Es que River Plate, con la contundencia como bandera, aprovechó su momento en el partido y terminó venciendo al Verdinegro por 2-0 cortando una racha positiva del equipo sanjuanino que mereció algo más. La apuesta ofensiva de Romagnoli armó un inicio de partido de ida y vuelta, presionando, intentando. A los 15′ Maestro Puch tuvo la más clara para San Martín pero su remate dio en el vértice del arco de Armani que nada podía hacer. Una chance perdida que se pagó con gol en el arco propio porque a los 17′ River aceleró, la movió de derecha a izquierda y Lencina, de media vuelta, abrió el marcador cuando no lo merecían. Y claro, tres minutos después, llegó el nocaut cuando Maxi Salas ganó en velocidad ante Cáseres y definió cruzado ante Borgogno para un exagerado 2-0 que castigaba mucho a San Martín.
En el complemento, los primeros 15′ fueron propiedad de River porque manejó más la pelota y puso en apuros a Borgogno. Pero luego, se reacomodó San Martín y volvió a achicar distancias en el juego. A los 21′ Maestro Pucho tuvo otra chance de descuento pero su remate se fue besando el palo izquierdo del arco de Armani. Quedó poco de partido para que San Martín buscara algo en esta visita al Monumental. No le alcanzó. Se terminó una racha buena que tuvo un castigo exagerado. River hizo su diferencia desde el poder de gol y la contundencia. San Martín, en una ráfaga cruel, se quedó sin nada cuando mereció algo más.

