Más allá de la agenda que los mandatarios de los veinte países más poderosos del planeta prevén tratar en la próxima reunión del G-20, a realizarse en nuestro país en diciembre próximo, hay un tema en particular que preocupa a las autoridades nacionales y del que depende en gran medida el éxito de la cumbre. Se trata de la seguridad que se debe ofrecer durante su desarrollo, lo que implica un descomunal despliegue de efectivos y de recursos de control y vigilancia vinculados con la última tecnología.

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Por ese motivo, hace unos días los ministros de Seguridad y de Defensa, Patricia Bullrich y Oscar Aguad, respectivamente, estuvieron reunidos en Miami con autoridades del Comando Sur de Estados Unidos, una de las principales fuerzas a nivel mundial que con gran experiencia se encarga de la seguridad de este tipo de encuentros. En la ocasión se acordó que con motivo del G-20 nuestro país está en condiciones de recibir una apoyatura similar a la que ese cuerpo ofreció a Brasil, en forma exitosa, durante los últimos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, propuesta que deberá definir el presidente Macri.


Asumir la presidencia del G-20 será uno de los desafíos políticos y diplomáticos más destacado de la historia reciente de la Argentina, por ello es que la seguridad ocupa un lugar primordial dentro de la organización.


El ofrecimiento de seguridad que ha hecho el Comando Sur prevé desde asistencia técnica por parte de especialistas hasta apoyo aéreo, pasando por capacitaciones, entrenamiento con fuerzas especiales y asuntos de comunicaciones, inteligencia y equipamiento. Las acciones contra el terrorismo y los contraatentados, con todas las medidas de prevención correspondiente, también forman parte del accionar de este grupo de elite que ofrece el gobierno estadounidense.


Junto a esta gestión, los funcionarios de gobierno mantendrán en estos días reuniones con empresas líderes en seguridad de todo el mundo, que se están acercando para hacer sus ofertas, en el marco de la cumbre mundial.


Hay que tener en cuenta que el actual Gobierno nacional ha recibido numerosas críticas vinculadas a la reunión del G-20 y a la actitud de salir a buscar apoyo a otros países, ante la incapacidad del Estado de afrontar un compromiso de esa naturaleza por sí solo.


La presidencia de Argentina en esta cumbre fue apoyada por unanimidad durante el último encuentro del G-20 en China, un gesto de confianza que debe ser correspondido por nuestro país garantizando la seguridad, entre otros aspectos de la reunión.