El lamentable accidente de tránsito que se produjo en la Ruta 20, en las inmediaciones del puente de Caucete, con un saldo de tres muertos, nos lleva inmediatamente a considerar que esas vidas se podrían haber salvado si ya estuviera construida la autopista de dos vías que desde hace décadas se viene anunciando y que nunca llega a concretarse. Esto mismo ocurre en otros tantos puntos de la provincia y del país donde todavía hay rutas inseguras -conocidas como rutas de la muerte-, de vieja concepción e inapropiadas para el tránsito actual, cuyas mejoras vienen siendo postergadas por falta de recursos.

La solución a estos problemas es el Programa de Participación Público Privado (PPP) que el Gobierno nacional lanzó hace más de un mes para realizar grandes obras de infraestructura sin aumentar el déficit fiscal. Mediante este plan son los particulares los que realizan las obras que, una vez terminadas, son amortizadas a través del impuesto al gasoil y el sistema de peaje. Más de 10 empresas y consorcios se presentaron oportunamente y lo positivo es que, a pesar del terremoto financiero que le tocó afrontar al país recientemente, ninguna de las oferentes se ha retirado del proceso de licitación. Con esta buena señal, para principios de junio los trabajos estarán adjudicados, por lo que podrán iniciarse en el segundo semestre del año.

El programa de obras viales mediante el programa PPP comprende tres etapas mediante las cuales se construirán 7.277 kilómetros entre autopistas y rutas seguras, con una inversión superior a los U$S 12.500 millones. De este total ya se ha licitado la primera etapa que abarca 2.500 kilómetros, con una inversión de U$S 6.000 millones. Es acá donde está incluido el tramo de la Ruta 40, entre San Juan y Mendoza. El tramo de la Ruta 20, entre San Juan y Caucete, al igual que el tramo de la 40 que conduce a Albardón, está contemplado en las etapas sucesivas del PPP, por lo que su concreción llevará un poco más de tiempo.

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En el caso de la colisión en la Ruta 20, se trató de un choque frontal. La doble vía, precisamente, evita este tipo de accidentes otorgando mayor seguridad al tránsito, especialmente cuando es muy denso e incluye camiones y colectivos. De funcionar como corresponde el PPP garantiza que en un plazo de no más de 5 años se concluya la primera etapa del plan general, permitiendo la continuidad de obras proyectadas.