Estella Westrick tiene tres años y durante su primera mañana en Roma ya demostró lo terrible que puede resultar si no está bajo la supervisión de sus padres. Es que durante la audiencia general en el Vaticano, su padrino, Mountain Butorac, quiso que conociera al papa Francisco en persona y que pudiera recibir una bendición.

Pero quienes se llevaron una sorpresa fueron el Sumo Pontífice y sus colaboradores, quienes no pudieron impedir que la traviesa menor le robara el sagrado solideo, el que "sólo se puede quitar ante Dios". Mientras le daba un beso en su mejilla, Estella, como si fuera una experta en la materia deslizó su brazo sin que Francisco la viera y tomó su gorro blanco.

Quienes allí estaban comenzaron a reír a carcajadas, incluida la propia "víctima", quien segundos después volvió a colocárselo y continuó con los saludos protocolares a quienes hasta allí se acercan. "Un instante antes estaba un poco nerviosa. Después, le robó su sombrero. Fue gracioso, todos estaban riéndose, incluido el Papa", señaló Butorac a CNN.

Estella, quien junto con sus padres están visitando a su padrino, vive en Atlanta, Estados Unidos. "Es su primer día completo en Roma, quién sabe qué hará mañana", concluyó el hombre.