Corte de cinta y la Banda de Música de la Policía oficiaron de elementos tradicionales para la ceremonia de apertura de la XXV edición de la Feria Internacional de Artesanías. Aprovechando el mismo espacio que en años anteriores (en el Estadio Abierto de Parque de Mayo) pero con más metros cuadrados para recorrer y mirar, los 360 stands de artesanos, vendedores y expositores locales, nacionales y de otros países recibieron a los primeros visitantes que pudieron apreciar una bienvenida especial de la mano del grupo local Son en Fa. La banda de ritmos latinoamericanos entretuvo mucho y algunos espectadores se pusieron a bailar cerca del escenario principal. La oferta de los artesanos es muy variada en rubros tales como marroquinería, vitreaux, cerámica, platería, joyería, decoración, pinturas, manualidades, maderas, cueros, metales, minerales, gastronomía artesanal, por citar algunos.

Como es habitual, hay un amplio sector para las bebidas y patios de comidas. Es una costumbre ineludible pasar por las casas de chacinados y embutidos a probar un tentador salamín, degustar una porción de shawarma a la llama o punta de espalda, acompañado por un chop de cerveza artesanal. Hay un espacio para los artesanos de los departamentos y también juegos y entretenimientos para los más chiquitos. En otro aspecto, también vinieron expositores que ofrecen objetos de diseño y accesorios personales y suntuarios para el hogar. Hoy como todos los días corridos, se habilitará a partir de las 16 el ingreso al público, hasta las 0. Las entradas cuestan $50 para público en general, los niños menores de diez años no pagan, discapacitados (con tarjeta) y su acompañante, gratis, mientras que los jubilados podrán ingresar pagando $25 el miércoles y jueves. 

Numerosas propuestas para toda la familia y opciones para pasar una tarde en busca de regalos y regalarse también. Productos de diseño y otros objetos con elaboración puramente artesanal y con técnicas originales, se pueden conseguir en diferentes precios.


Fotos: Marcos Urisa