Coco, alegría y emoción
El musical tuvo como protagonista al ballet Sembrando Ilusiones, junto al taller Arte para integrarte.
El musical tuvo como protagonista al ballet Sembrando Ilusiones, junto al taller Arte para integrarte.
Apenas ingresando al Cine-Teatro Municipal de Capital, la ornamentación junto con los coloridos cuadros y bordados exhibidos en el hall iban poniendo en clima a los espectadores que ayer por la siesta colmaron la sala para disfrutar de Coco, el musical. Protagonizado por jóvenes y adultos con discapacidad que asisten al ballet estable Sembrando Ilusiones, que comanda María Elisa Robles; y al taller artístico Integrarte, con Silvana Huertas, Ana Laura García, Lucas López y Elena Godoy -espacios inclusivos dependientes de Desarrollo Humano comunal, que dirige María Abellán- fue una verdadera fiesta de emociones, arriba y abajo del escenario. Excelentemente ataviados y caracterizados, con sus entusiastas actuaciones y bailes, los artistas encabezados por Miguel Díaz como Miguel y María Eugenia Fernández como Coco (siempre acompañados de docentes y ayudantes) pusieron el broche de oro al trabajo temático de todo un año, que incluyó desde ver la película de Disney juntos hasta recibir a los Mariachis para que les enseñaran sobre música mexicana, pasando por invitar a un ballet que les mostró danzas de ese país.
Detrás del vistoso espectáculo, además, hubo un ejército de colaboradores; otros talleres que aportaron sus talentos en utilería, ornamentación, maquillaje, etc.; como el de pintura Expresarte, el de bordado mexicano Alegría y los grupos de mujeres Magenta y Turquesa. Y, claro, también las mamás, que bordaron y pintaron todos los trajes.
El objetivo de abordar Coco fue promover a través del arte -entre ellos y hacia su entorno- los valores familiares, culturales y comunitarios, en medio de los cuales la "familia es red de afecto y sostén", dijeron. Y con parientes, amigos, escuelas y público en general alentando y aplaudiendo efusivamente desde la platea en todo momento, la meta estuvo más que cumplida.
Fotos: Daniel Arias