Dicen que con la misma naturalidad y frescura con la que llegó a la entrevista cargando su violoncello (casi más grande que ella) y respondió las preguntas, fue que subió al escenario para tocar con la Sinfónica de la UNCuyo, hace algunos días en la Nave Cultural. "Es como si lo hubiera hecho siempre', se asombran aún hoy todos los que vieron en acción a Trinidad Robledo Mallea. ¡Y eso que no era una presentación cualquiera!. Ese concierto de práctica pre-profesional impulsado por su maestro -otro sanjuanino, Néstor Longo, quien la propuso al director- no sólo fue su debut con músicos profesionales, sino que convirtió a Trini en la intérprete más joven que actúa como invitada en la historia de la formación mendocina. Ella, sin más, charló con los músicos que se acercaban a saludarla, ejecutó el Concierto para cello y orquesta Op 104 en si menor, de Dvorak; y la Suite del lago de los cisnes, de Tchaikovsky; se paró y saludó cuando el director Rodolfo Saglimbeni destacó públicamente su presencia, recibió el presente que le obsequiaron... y disfrutó. "Desde el director hasta los utileros del teatro no lo podían creer', ratifica Longo a DIARIO DE CUYO. Como pez en el agua, así se movió la niña de apenas 12 años, que ahora prepara su recital de cello -sola y acompañada con piano- que tendrá lugar el mes próximo en San Juan (ver aparte).


"Fue como si toda su vida hubiera hecho eso. Estaba totalmente integrada', recuerda mamá. "Estaba tranquila, me sentí bien... Los músicos me felicitaron y el director me dijo que la próxima vez iba a estar tocando ahí como solista', sonríe Trini, a quien varios aplaudieron de pie. "Sentí que había tocado bien, que no me había equivocado', interpreta los aplausos la niña, cuya obra favorita es la Tarantella de W. Squire y que quiere tocar el Concierto Nº1 para cello de Saint-Saëns.


La mayor de los hijos del matrimonio Mallea-Robledo, desde muy pequeña se inclinó por la música, al igual que sus hermanos: Estefanía que estudia viola y José María, violín. Hizo danza clásica y piano (siguiendo los pasos de mamá, Isita), pero al final optó por el violoncello. ¿Por qué? "Me gusta como suena... puro, lindo... no sé', intenta una explicación Trini, mientras acaricia el collarcito con una perla que le regaló la Sinfónica, símbolo de su debut y de ese hito que -hasta ahora al menos- marcó en la vecina provincia.

Trini -a quien también le gusta escuchar reggaetón y leer- comenzó su preparación en el 2013 con el Maestro Cerón Ortega y luego con Eugenio Rodrigo en San Juan. Por su recomendación, desde hace dos años estudia exclusivamente con el Maestro Longo en Mendoza, adonde se traslada dos veces por semana. También toma clases de canto para complementar. Ninguna otra explicación más que la pasión que siente es lo que justifica el esfuerzo, incluso familiar. Es que cuando viaja, la pequeña -que cursa primer año del secundario en el Colegio San Pablo, donde en la primaria integró el cuerpo de bandera- pide las tareas por whatsapp, las completa y estudia en sus ratos libres y en el vehículo de vuelta a casa, donde seguirán las prácticas (con las correcciones que marcó el profe) y los deberes. Y aunque pueda sonar agotador, jamás ha querido faltar.

Trini con la Sinfónica de la UNCuyo. A su izquierda, Longo, primer cello solista de la agrupación.

Trini Robledo Mallea debutará como solista el 19 de octubre a las 20.30 en el Club Social. Entrada libre y gratuita. 


"Su don es su esfuerzo, que es el mejor de los talentos de una persona', sentencia orgulloso Longo, primer violoncello solista de la Orquesta de la UNCuyo, quien contó que cuando tenía la misma edad de Trini, recibió como regalo y de manos de su dueño, el cello del Ing. Juan Victoria (constructor del Auditorio y cellista aficionado), para que él pudiera seguir sus estudios.


"Nosotros estamos muy conformes porque la ha llevado muy bien, a medida que ella iba demandando y teniendo en cuenta la madurez de una nena de 12 años. Y toda la familia la acompaña, tratando de que no se agrande, que vaya tranquila, disfrutando las etapas de aprendizaje', explica mamá bajo la atenta mirada de su hija. "El profesor dice que estoy tocando muy bien, que le gusta mucho y que está muy entusiasmado, que mi lectura a primera vista es muy buena, pero que igual tengo que seguir estudiando', acota -tímida, pero muy segura- Trini; que no tiene dudas sobre lo que quiere ser en el futuro: "Solista -declara-. Me gustaría ser una cellista famosa'.


 

Fotos: Maxi Huyema