(CREDITOS MARCOS URISA)

María Eugenia Fernández, más conocida simplemente como "La Mariú", se dedica a la música desde que era una niña. Sin embargo, será este viernes cuando la cantante que se caracteriza por ponerle voz a las tonalidades de las postales sanjuaninas, presentará en público su primera producción discográfica "Nacida en agua de guerra", la apuesta que venía pergeñando desde 2019 y subirá a escena esta noche, a las 21, en el Espacio Teatral TeS - Títeres en Serio.


"Es un material preparado con mucho cariño y delicada elección de cada tema. Es un placer poder sacar la savia que corre por las venas, que tienen olor a Zonda y polvareda, a parra y alameda, a orujo y tierra mojada', manifestó la intérprete con un ventarrón de emociones en su estómago, frente a la cercanía de la fecha en la que hará gala de su álbum debut, una producción íntegramente folclórica compuesta por temas en su mayoría cuyanos, como la canción que da nombre a la placa, una cueca jachallera compuesta por Hugo Rivella en letra y Daniel "Chato' Díaz en música, sobre la historia de una anciana muy querida en esa localidad, doña Eulogia Cortéz; y otras cuecas como La flor ausente, de Saúl Quiroga y De Cuyo soy, de Guillermo Micieli. Además de las tonadas Tal vez así me valores, de Micieli, y Volveré canción, de Leo Gutiérrez; y una mixtura de tonalidades con algunas creaciones del repertorio nacional y latinoamericano como el vals peruano Regresa. 


"Algunas canciones que canto son viejitas y otras más nuevas. Todo está relacionado con mi sentir. Hace mucho cuando me preguntaban qué tocaba, yo respondía "almas''. Es que, más de una vez descubrís que sacás una sonrisa, que cantás un tema y ves una mirada profunda y perdida, un brillito especial. Así pasa que me pregunto: ¿Qué estoy haciendo? Hasta que uno le agarra el gusto. En los recitales me gusta jugar con el público", destacó la cantora cuyos inicios en la música fueron casi sin darse cuenta. 


Rememorando los orígenes de su amor por ese arte, La Mariú narró que sus primeros pasos fueron gracias a un hallazgo fortuito. "Yo sabía que quería tocar la guitarra y, por un accidente, encontré una guitarra en el campo, en la casa de mi padrino en La Cienaguita, que resultó ser de mi mamá. Esa fue la espina que molestó y molestó, hasta que me la traje conmigo y le pedí a mí mamá que me buscara alguien que me enseñara. Así, mi madre, que era vicedirectora de la Escuela 11 de Septiembre, consultó con la maestra de música Liliana Jorquera quien accedió a enseñarme a tocar, lo primero que toqué fue Corazón, Lloraré y La Oma. Así fue a mis 5 años", recordó quien estuvo 11 años en la banda Versión Limitada, entre otros trabajos.


Con su voz, ella también transitó la ruta del rock, del blues y el tango. Aunque, con el tiempo se dio cuenta que era con el folclore que sentía una conexión especial. "Cantando una cueca o una tonada, descubrí que me venían cosas que no podía definir. Y, obviamente, yo siempre digo que tengo que aprovechar lo que me corre por las venas", aclaró que está agradecida de haber nacido en tierra sanjuanina. Pese a que, durante 3 años, estuvo establecida en Buenos Aires, una sensación de rareza la invadía, un hecho que la incomodó, hasta que encontró la respuesta: "Yo sentía que me faltaba algo, que no se me terminaba el paisaje en los viajes que hacía de La Plata, donde estudiaba; hasta Constitución, a la casa de una tía. Cuando volvía a la provincia y veía que sí se me terminaba el paisaje, encontraba la felicidad y descubrí que necesitaba el cerro, el fin de imagen, me gusta la montaña, el olor a pájaro bobo después de una lluvia, el olor en el parral en época de poda, el perfume en los interiores de las casas de adobe, a sopa de olla...Por eso, disfruto de cantar una tonada e ir a una peña y bailar una cueca o una zamba, aunque no sepa hacerlo muy bien. Y me topé con esto después de grande, como cuando te enamorás y sentís esas maripositas adentro", confesó quien, arriba del escenario, estará acompañada por el cuyanísimo Cristian Balmaceda en primera guitarra, Fernando Musu en voz y bajo, y Eze "Lagarto" Morales en voz y percusión.


De este modo, en la cita que tendrá lugar hoy, ella desgranará el puñado de composiciones que habitan su primera placa de estudio, feliz de poder concretar el sueño del disco propio en el marco del Win-Ko Festival.

  • De qué se trata el festival

El Win-Ko Festival arrancó en 2016 en Buenos Aires, de la mano de María José Ortiz Producciones, tomando el nombre de los viejos tocadiscos como referencia, destinado a mostrar material de artistas emergentes y consagrados tanto de San Juan y diferentes provincias del país. 


"Hoy, este evento empieza a tomar continuidad con presentaciones en lugares pequeños, debido a la pandemia, con el objetivo de difundir nuevos discos y en proceso de grabación de gente de San Juan, Buenos Aires y Chaco, para que ellos puedan adelantar el material. La Mairú es la que iniciará este año, con un disco en que yo estoy como productora ejecutiva", manifestó María José, gestora de la iniciativa.



DATO

  • Hoy, a las 21, en Espacio Teatral TeS (Juan B. Justo 335 sur, Rivadavia). Entradas anticipadas a $300, de manera online, en la página eventbrite.com.ar