Las empanadas y los churros con dulce de leche son los placeres gastronómicos que Anya Taylor-Joy, la heroína de Gambito de dama en Netflix, no olvida de Buenos Aires, ciudad en la que vivió sus 6 primeros años y a la que regresa cada Navidad, para reunirse con amigos y familiares. De madre española-inglesa y padre escocés-argentino, además del arte culinario, la chica de 24 años es una admiradora del trabajo de los movimientos feministas en América latina.


"Hoy las mujeres tenemos una voz más fuerte y ahora la sociedad entiende la desigualdad', expresó, recientemente, orgullosa por la lucha de las mujeres en defensa de sus derechos. 


Tras el jaque mate con el protagónico en la miniserie basada en la novela homónima de Walter Tevis, sobre una chica llamada de Beth Harmon que descubre el ajedrez durante su estadía en un orfanato, abarcando líneas como el feminismo y las adicciones; la talentosa actriz demuestra ser la "it girl" de la nueva década con miles de fans en Instagram, que siguen sus tendencias en estilo. 


Su debut en la industria fue con una aparición en La aventura de los vikingos y Vampire Academy (2014); pero su primer papel de importancia llegó con La Bruja (2015) y Fragmentados (2016), para continuar su camino a la fama en Glass (2019) y la nueva versión de Emma hace unos meses. 


Aunque nació en Miami y luego se mudó a la Argentina, también emigró en Londres, donde a los 16 años comenzó en el modelaje, otra de sus pasiones. De este modo, Anya lleva una vida nómade con producciones de cine, TV y campañas publicitarias alrededor del mundo para brillar con fuerza en Hollywood. 

Looks.

La celebridad se atreve a labiales fuertes para destacar. En su cabellera, es de animarse a los cambios, sea con peinados recogidos tensos o descontracturados; manteniendo el rubio o jugándose a los castaños y rojizos.